Koplast, empresa 100 % peruana con 21 años en el mercado, es hoy la responsable de cubrir cerca del 12 % del mercado nacional de tuberías, principalmente para saneamiento básico, y con la instalación de su moderna planta en Chiclayo, la primera que habilita fuera de Lima, apunta a expandirse a otros sectores como el agroindustrial y el minero.
La compañía cuenta con diversas certificaciones como el ISO 9001, ISO 14001 e ISO 45001, así como el certificado de categoría “A” Sello SEDAPAL.
“Hemos elegido instalar nuestra primera planta descentralizada en Lambayeque porque es un hub logístico del nororiente del país, con una ubicación geográfica muy estratégica y porque es muy comercial. Sin embargo, la región carece de industria manufacturera, que escasamente llega al 1.8 % del PBI manufactura nacional. Estas condiciones representan una gran oportunidad para nosotros como empresa”, comenta Rodolfo Salazar Días, gerente general de Koplast.
Refiere que, en la primera etapa de su incursión en Lambayeque, la empresa ha invertido ocho millones de soles en maquinaria, tecnologías e infraestructura.
“Creemos que esto va a necesitar muy pronto una segunda inversión, porque estamos viendo que la respuesta de los contratistas y clientes distribuidores de la zona es muy buena. Estamos iniciando con tres líneas de producción y es muy probable que el próximo año traigamos tres más”, explica.
Capacidad de producción
La capacidad de producción actual de la empresa es de 500 toneladas al mes, entre piezas de PBC y polietileno, que es algo muy importante. La empresa ha traído a Chiclayo no sólo producción de PBC, que es el producto más conocido, el estándar, sino también líneas de producción en polietileno, que hoy en día está marcando tendencia en las obras de saneamiento y los servicios básicos.
Asimismo, se ha instalado un laboratorio de alta tecnología, con la misma capacidad y calidad en equipos a los que tiene la compañía en su fábrica de Lima.
“Nosotros no hemos traído a Lambayeque los equipos que nos quedaron en Lima y mucho menos de segunda mano, aquí hay maquinaria de la misma tecnología que tenemos en la planta central, lo que nos garantiza calidad y competitividad”, manifiesta Salazar Días.
Nuevos sectores
Hasta el 2022, el principal nicho de negocio para la empresa fueron las obras de infraestructura pública en saneamiento básico (agua y desagüe) y riego.
“Ahora, hemos tomado la decisión acertada de abrirnos a nuevos mercados, esta vez en el sector privado, y ahí entra la agroindustria y la minería, y eso explica nuestra presencia en Chiclayo, porque hay en Lambayeque una expansión muy interesante del sector agroindustrial y agroexportador, y porque está muy próximo a Cajamarca y La Libertad, regiones que tienen desarrollo minero”, explica.
Acota que otra de las razones de la instalación de la fábrica en Chiclayo es la reducción de costos logísticos, pues el traslado de las tuberías desde Lima al interior del país puede representar entre un 10 y 15 % del costo final, porcentaje que se reducirá de manera considerable para todo el norte y oriente con los despachos desde Lambayeque.
“Somos la empresa nacional líder en el mercado de tuberías y tenemos muchas expectativas del inicio de nuestras operaciones en Chiclayo. Estamos beneficiando directamente a 50 familias con empleos directos, todos ellos cubiertos por trabajadores 100 % de la zona, y buscamos seguir expandiendo nuestra inversión y generando desarrollo”, anota.
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