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LAMBAYEQUE EN EL 2017: ¿CUÁNTO CAMBIÓ EL DEPARTAMENTO?

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1044

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“Para analizar la evolución de la economía lambayecana en el año 2017, es necesario describir el panorama de externalidades más recalcitrante que hemos tenido que vivir todos los conciudadanos en 12 meses: El Niño, aludes, friaje, entre otros fenómenos en nuestro territorio nacional, y de la coyuntura en las políticas gubernamentales tanto internacionales como nacionales”, precisa el economista Jorge Salirrosas Chambergo.

 

Explica que en las externalidades internacionales son el caso “Lava Jato” y la desaceleración económica por disminución de los precios reales en los commodities, en tanto entre las nacionales figuran la baja inversión privada, la lenta reactivación de la inversión pública, el riesgo país alto por la censura de ministros y la inestabilidad en el poder Ejecutivo, además de los paros y huelgas nacionales.

 

“Todo ello crea un caldo de cultivo de poca o baja preocupación por bajar los altos niveles de corrupción en todos los niveles de gobierno: municipal, regional y nacional. Del mismo modo, con los choques de poder entre los poderes del Estado, la única perjudicada es la ciudadanía que no encuentra la luz para conseguir seguridad ciudadana, empleo digno, reglas claras a la competencia perfecta entre las empresas, respeto a la institucionalidad pública y privada y generación de un medio ambiente saludable y digno para nuestros hijos”, señala.

 

ECONOMÍA E INVERSIONES

Refiere que en el aspecto económico, el Perú cerrará el 2017 con un crecimiento entre el 2.5 % a 3 % del PBI. El incremento en el tipo de cambio a 3.29 soles por dólar puede ser solo una turbulencia por el proceso de vacancia del presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, pero controlable para el Banco Central de Reserva en un corto plazo.

 

“Se espera que las grandes inversiones en el sector público se reactiven con el destrabe de proyectos como la Línea 2 del Metro de Lima, la ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez, el Gaseoducto Sur Peruano, entre otros. Por otro lado, el fortalecimiento de superintendencias como la SUNAFIL o la OEFA debe de darse con reformas claras, rígidas y apoyadas desde el Legislativo, Ejecutivo y Judicial, haciendo una evaluación en estos dos años de funcionamiento sostenido”, indica.

 

“Estamos creciendo a pasos pequeños, de 2.5 % a 2.8 %, pero, ¿por qué eso no se trasluce al ciudadano de a pie, quien no ve esos beneficios en más de cinco años? Lo que sucede es que estamos viviendo una turbulencia económica porque ya se desplomó el boom de los metales, la inversión privada es casi nula y solo depende nuevamente de nuestra micro, pequeña y mediana empresa el dinamismo económico. Dice un viejo adagio que cuando le da un resfrío a los grandes bloques económicos que compran nuestras materias primas (China, Estados Unidos, España, Chile, México), a nosotros nos da una pulmonía”, asevera.

 

Menciona que es necesario recordar y reflexionar que si no hay reformas sostenibles de mediano y largo plazo en Educación, Salud, Economía y un país estable, “nunca saldremos de este círculo vicioso de corrupción, conflictos entre comunidades, empresas y Estado, analfabetismo y enfermedades endémicas”, los cuales serán un peso a largo plazo para el país.

Añade que para analizar la evolución de Lambayeque en el 2017 es necesario revisar dos instrumentos precisos y necesarios, que permiten llegar a la conclusión de que el Perú a nivel internacional no está mal. Estos dos instrumentos son: el Índice de Competitividad Regional y el Índice de Progreso Regional.

 

COMPETITIVIDAD REGIONAL

El INCORE es un producto científico, económico y social realizado por el Instituto Peruano de Economía - IPE, que por quinto año consecutivo cuantifica la posición relativa de las 24 regiones a través de seis pilares de competitividad: Entorno Económico, Infraestructura, Salud, Educación, Laboral e Instituciones,cada uno de los cuales está compuesto por varios indicadores que dan como resultado un total de 45 ítems. Esto permite evaluar el rumbo que está tomando cada región, así como identificar sus principales fortalezas y debilidades.

 

Salirrosas Chambergo refiere que entre lo más destacado se puede describir que Lambayeque también avanzó dos posiciones en el índice general, al ascender del octavo puesto al sexto. El mejor desempeño se debe a la mejora en cinco de los seis pilares y en 21 de los 45 indicadores. Destaca el avance de cuatro y tres posiciones en los pilares de Educación e Instituciones, respectivamente.

 

En el ámbito educativo, Lambayeque avanzó en los indicadores de asistencia escolar inicial (siete posiciones) y el rendimiento en matemáticas (tres posiciones). En el pilar Instituciones, la región avanzó en los indicadores conflictos sociales (cinco posiciones) y de homicidios (cuatro homicidios).

 

“La metodología empleada otorga valores entre cero y diez a las regiones según su desempeño en cada indicador, obteniendo diez o cero aquella región con el mejor o peor resultado entre todas, respectivamente. El INCORE intenta replicar, en la medida de lo posible, la metodología usada para el calcular el Índice Global de Competitividad del Foro Económico Mundial”, detalla el economista.

 

PILARES

Respecto al Entorno Económico, uno de los aspectos evaluados es la “Disponibilidad de servicios financieros” (punto de atención por cada 100 mil habitantes), ítem en el que Lambayeque se encuentra en el puesto ocho de 24 regiones, descendiendo del puesto seis en el 2016, debido a que las entidades financieras privadas aún no descentralizan puntos asequibles a clientes a lo largo de la región, resaltando la provincia de Ferreñafe que no cuenta con filiales de sectores bancarios predominantes. También se considera la revisión del “Gasto por hogar mensual”en el que Lambayeque ascendió al puesto cuatro de 24 regiones. El año pasado se ubicó en el puesto siete.

                                                

En el pilar de Infraestructura se ha estudiado la “Cobertura de agua”, factor en el que el departamento descendió del puesto nueve que ocupaba en el 2016 al puesto 12 en el 2017 de 24 regiones, debido a la siniestralidad de los fenómenos naturales, los cuales deterioraron los sistemas de cobertura de agua potable, y la carencia de prevención, lo que aún no se encuentra adoptada presupuestariamente mediante el drenaje pluvial en Chiclayo y demás distritos representativos.

 

También se incluye la “Continuidad de la provisión de agua” (número de horas al día), factor en el que Lambayeque ascendió al puesto 12 en el 2017, comparado con el puesto 19 que ocupaba en el 2016, debido a la dotación de agua prolongada erradicando frecuencias relevantes entre 3-5 horas sin dotación de agua, gracias a los programas que ejecuta el gobierno central y los gobiernos locales.

 

En relación a Salud, el índice evalúa la “Cobertura Hospitalaria” (número de hospitales por cada 100 mil habitantes), aspecto en el que la región tuvo un descenso dramático al puesto 10 en el año 2017, pues en el 2016 se encontraba en el puesto cuatro.

 

Jorge Salirrosas explica que esto es a consecuencia del deterioro de la infraestructura hospitalaria tanto en las redes hospitalarias ubicadas en provincias y micro redes en zonas rurales de los distritos de Incahuasi y Cañaris, por la falta de conectividad de trochas carrozables, puentes y vías de comunicación en general, y a nivel provincial por la tugurización de las redes de desagüe y desfogue de las mismas.

 

Asimismo se ha evaluado el “Acceso a seguro de salud”, en el que Lambayeque tuvo una mejora de cuatro puestos, ubicándose en el puesto 11 este año, comparado con el puesto 15 del año 2016, debido al acceso al Seguro Integral de Salud – SIS, y las aportaciones de los trabajadores a EsSalud por parte de sus empleadores, el cual incrementa el universo de asegurados a nivel regional.

 

“En el pilar o eje estratégico de Educación ha habido una mejora en seis de los siete indicadores en relación al 2016. Sin embargo, en el indicador de Analfabetismo se descendió dos puestos comparado con el año 2016, pasando del puesto 10 al 12”, señala.

 

En el pilar Laboral, se ha determinado que en el indicado de “Empleo adecuado” hubo un decrecimiento del puesto 19 en el 2016 al puesto 23 en el 2017, esto debido a la desaceleración en la inversión pública y desenvolvimiento en la priorización de proyectos por parte del Programa de Reconstrucción para el norte del Perú y decaimiento del consumo per cápita regional, lo que genera informalidad y MIPYMES de subsistencia.

 

Asimismo, en el indicador de “Educación de la fuerza laboral” se ascendió del puesto nueve al seis, esto a consecuencia de que la fuerza laboral tiene un grado académico considerable entre el rango de educación superior no universitaria y universitaria. “Las especializaciones entre diplomados, maestrías y doctorados han tenido un crecimiento considerable debido a las flexibilizaciones en las mensualidades e inscripciones a nivel regional, pero aún falta sincerar si los egresados cuentan con servicios de calidad de acuerdo a la oferta y demanda que profesan las empresas y el mercado laboral”, precisa el economista.

 

Por otro lado, Manuel Salirrosas señala que en el pilar de Instituciones aún falta destrabar los cuellos de botella en el aspecto gubernamental, como acceso a trámites en licencias de funcionamiento, zonificación, construcción y coordinación desde los gobiernos locales. “La carencia de institucionalidad refleja una dejadez directamente entre ciudadanía y Estado, involucrando a la corrupción como variable directamente proporcional en el quehacer de la burocracia”, afirma.

 

ÍNDICE DE PROGRESO REGIONAL

“Este instrumento permite una visión y medición más cualitativa e intrínseca de cómo se siente el ciudadano común y corriente y además los niños menores de 5 años. El Índice de Progreso Regional es elaborado por el Centro de Desarrollo de Progreso Social Regional de CENTRUM Católica y permite medir el bienestar de las personas, a través de un enfoque holístico e integrador con distintos componentes que son esenciales para el bienestar humano”, explica.

 

La última publicación realizada fue en el 2016, la cual mantiene cifras vigentes. Sin embargo es importante mencionar que algunos indicadores pueden haber ascendido o descendido considerablemente. Estos indicadores se encuentran distribuidos en tres pilares o ejes estratégicos centrales: Necesidades Básicas Humanas, Fundamentos del Bienestar y Oportunidades, cada uno con cuatro indicadores centrales y distribuidos 51 sub indicadores.

 

“La característica más importante del Índice del Progreso Regional es que solo incluye indicadores sociales y ambientales, no así económicos, y que solo cuenta con indicadores de resultado, no así de gestión. Esto significa que su objetivo es medir la calidad de vida de las personas, independientemente de su nivel de ingreso, y de forma directa, esto es tal cual ellas la conciben. Se trata de enfocarse en los resultados concretos, en el bienestar de las personas, esto es si tienen acceso a una educación de calidad o si viven vidas largas y saludables. Trabajar con indicadores no económicos de resultado ayuda a visualizar con mayor precisión qué tan eficientes están siendo los países en traducir su progreso económico en progreso social”, precisa Manuel Salirrosas.

 

DIMENSIONES

La dimensión “Necesidades básicas humanas” mide qué tan satisfechas están las necesidades esenciales de las personas como son: nutrición y asistencia médica básica. Esto es el derecho a la vida, acceso al agua y saneamiento, vivienda de calidad y acceso a la energía, así como a la seguridad personal. A nivel nacional, Lambayeque se ubica en el puesto ocho de 24 regiones existentes.

 

En Nutrición y Asistencia Médica Básica ocupa el puesto siete, en Agua y Saneamiento el nueve, en Vivienda y Servicio Público el ocho y en Seguridad Personal el cuatro, clasificado entre el rango “medio alto” de las regiones que mantienen un Progreso Social sostenido.

 

En ladimensión “Fundamentos del bienestar” se mide si existen los elementos fundamentales para que las personas puedan aumentar su bienestar, el cual se logra accediendo a educación de calidad, a información y conocimiento para tomar decisiones; si existen las condiciones necesarias para vivir una vida saludable y si la relación con el manejo de los recursos medioambientales es sostenible. A nivel nacional Lambayeque se ubica en el puesto 18 de 24.

 

Finalmente, la dimensiónOportunidades” mide qué tanto las regiones están asegurando que las personas gocen de sus libertades y derechos más importantes como ciudadanos y si existen factores que son obstáculos para que puedan alcanzar todo su potencial o elegir libremente sobre sus vidas. Aquí se incluyen los componentes de derechos personales, libertad personal y de elección, tolerancia e inclusión, así como acceso a la educación superior.

 

“Urge prestar atención a esta dimensión, la cual suele ser ignorada en distintos índices que intentan medir el bienestar humano. De acuerdo con el marco conceptual del Índice de Progreso Social, una dimensión central del desarrollo es que las personas puedan desarrollarse en una sociedad libre de prejuicios u hostilidades que les impidan reconocerse como ciudadanos con las mismas oportunidades para todos. A nivel nacional Lambayeque se ubica en el puesto cinco de 24”, destaca.

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