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RECTORA DE LA USAT: “Estudiantes de secundaria no han aprendido lo necesario por la pandemiaâ€Â

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1303

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  • La emergencia sanitaria por la covid-19, que conllevó al cierre de las escuelas y que las clases se dicten de manera virtual, terminó afectando el aprendizaje de los estudiantes.
  • Ello se ve reflejado hoy en el nivel académico de los jóvenes que han ingresado a las universidades.

La rectora de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (USAT), Patricia Campos Olazábal, ratificó este desface respecto al nivel con que han entrado los estudiantes de secundaria a las universidades. “Nosotros estamos trabajando en la nivelación de los alumnos que han ingresado a la universidad, en estos dos años de pandemia ha habido muchos problemas en los colegios, los estudiantes no han aprendido todo lo debieran haberlo hecho”, señaló.

Refirió que no han sido las mejores circunstancias para un aprendizaje adecuado de los escolares, de allí que las universidades están recibiendo a jóvenes con muchos problemas de enseñanza, de comprensión lectora, de matemática, y en la medida de las posibilidades tratan de subsanar este problema.

En relación al año académico 2023, explicó que la USAT viene aplicando el 20% de clases virtuales, lo que les ha permitido tener profesores de muy lejos (Estados Unidos y Europa) dictando clases. También han puesto investigación de tesis I, II y III en la virtualidad, de esa manera tienen un mejor manejo de la presencialidad, y están haciendo cursos de educación continua y preparando la semi presencialidad para los programas de maestría y doctorado.

Aseveró que la virtualidad también les ha servido para hacer movilidad estudiantil y de docentes, tienen clases en espejo con varios docentes de humanidades, empresariales e ingeniería, con diferentes universidades, sobre todo las que pertenecen a la Red de Organizaciones de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe.

Apoyo a estudiantes fue vital

Campos Olazábal expresó que durante la pandemia hicieron uso de muchos softwares en medicina humana, odontología, ingenierías; construyeron laboratorios de ingeniería civil, hidráulica, mecánica eléctrica, física, los cuales están prácticamente listos. “Hemos querido empezar en este campus con miras a que en algunos años podamos trasladar todo lo que es ingeniería al campus dos. Ya tenemos bastantes cosas adelantadas”.

La rectora dijo que la USAT no creció en la pandemia y más bien decreció, porque tenían un aula magna que ocupaba una gran parte del campus, la cual ya tenía algunos problemas de estructura, porque se construyó hace 25 años. Se derribó y se ha construido un edificio de usos múltiples, que será básicamente para bienestar estudiantil, pero en el primer piso estará el aula magna.

Asimismo, subrayó que durante la pandemia reorganizaron espacios para ingeniería y bienestar, pues por ley tienen que tener un lactario, un tópico, porque con todas las emergencias sanitarias se necesita un espacio mayor.

La autoridad universitaria indicó que durante la pandemia ayudaron a la población estudiantil distribuyendo chips para que tengan datos para las clases, se disminuyó la pensión en 10%, se hicieron convenios financieros para que pagaran sus cuotas con facilidades, se implementaron algunas becas, sobre todo las de orfandad, porque hubo muchos casos de estudiantes perdieron a sus padres o sus tutores.

“En esa etapa no se despidió a nadie ni se le bajó el salario y eso fue una ayuda bastante importante. Personas de diferentes áreas fueron capacitadas por la directora de Calidad, para que pudieran ayudar virtualmente en otras áreas, de tal manera de aprovechar su tiempo de la mejor manera. Fue un ejercicio interesante, se los capacitó y tomó examen antes de enviarlos a las áreas”, estimó.

El estado de la salud mental

Sin embargo, la rectora Patricia Campos explicó que un problema que ha quedado es el de la salud mental. Antes de la pandemia se hizo un estudio del Consorcio de Universidades de Lima, sobre salud mental de los estudiantes, y con mucha tristeza vimos problemas graves como intentos de suicidio. “Pensando en eso se elaboró un programa para los alumnos, que ahora también se ha ampliado para los docentes y trabajadores, porque los jóvenes han quedado con mucha ansiedad, depresión, estrés”.

Manifestó que son cosas que se tienen que cuidar en el día a día, porque si el joven está deprimido o estresado no puede estudiar, son problemas reales que hay que solucionar. Se trabaja con el programa integral de tutoría que está a cargo de jóvenes y psicólogas, este es un problema que tienen que afrontar todas las universidades.

Consultada sobre el índice de morosidad en la USAT, declaró que este problema no ha crecido durante la pandemia, la situación es manejable. “En esa fase no perdimos alumnos y el índice de deserción fue igual que otras universidades en un escenario de no pandemia”.

En cuanto al tema de becas, manifestó que lo han venido manejando como antes, han añadido becas de corte socioeconómico, la beca de orfandad, y para los estudiantes que tienen un desempeño importante en el deporte. Pero ya no brindan bolsa de trabajo por todo lo que legalmente significa ello.

Responsabilidad social

De otro lado, sobre el tema de la responsabilidad social de la universidad, Campos Olazábal puntualizó que hace varios años tienen un programa que beneficia a seis comunidades aledañas del entorno de la clínica universitaria. “Hace más de diez años venimos trabajando y tenemos varios programas que han sido reconocidos por los ministerios de Salud, de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, y del Ambiente. Además, trabajamos con ellos en convenio con recicladores, programas de biohuertos”.

Campos Olazábal declaró que este año han construido lo que llaman la transversalización de la responsabilidad social en el currículo académico, basado en tres ejes: investigación, que siempre es transversal a todas las carreras; ética y bioética, aunque hay algunas carreras que solo se dicta ética, y en otras, bioética; y responsabilidad social que ha ingresado a la malla curricular.

Agregó que cada una de las escuelas tiene un proyecto de trabajo activo en la comunidad y su realización ha sido posible este año. “Hemos contado con el apoyo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile, y lo próximo que hacemos es transversalizar la bioética para todas las carreras, esperamos que en par de años se haga realidad”.

También dijo que vienen trabajando en el relanzamiento de la clínica para los empleados, estudiantes, familiares y la comunidad; pero la pretensión es tener un hospital universitario. Agradeció, además, a la Diócesis que ha tenido muy buenos obispos que los han ayudado a gobernar, apoyando los proyectos que han tenido.

Como se recuerda, la USAT fue la primera universidad de la región Lambayeque en obtener el licenciamiento por cinco años de parte de la SUNEDU, actualmente tienen cerca de once mil alumnos entre pregrado, posgrado y especialidades. Han tenido un crecimiento importante; pero quieren limitar ello, porque si no eso impide dar una educación de calidad.

La autoridad educativa expresó que ya vienen haciendo los trámites para entrar al relicenciamiento, y están poniendo las bases para la acreditación institucional internacional.

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