Sube!

No existen noticias en esta categoría para esta edición

ENRIQUE VALDERRAMA: “ADRIANZÉN DEBE DAR UN PASO AL COSTADO”

Escribe: Semanario Expresion
Edición N° 1399

  comentarios   

  • El precandidato del Partido Aprista a la presidencia responsabiliza a Alianza Para el Progreso de lo ocurrido en Pataz.
  • El también analista político considera que el APRA debe volver al centro izquierda.

Junto a otras 42 agrupaciones políticas, el Partido Aprista Peruano participará este 2026 de las elecciones generales. Se vocean hasta a cinco precandidatos, uno de los cuales es Enrique Valderrama Peña, quien conversó con Expresión y se refirió a César Acuña, líder de Alianza Para el Progreso, partido que en las últimas dos décadas supo posicionarse en el norte, donde tradicionalmente el APRA tuvo predominancia.

¿De qué forma impacta que haya 43 partidos aptos para participar de las elecciones del 2026?

Creo que debilita y desgasta la democracia de una manera importante. Creo que es culpa de aquellos ‘reformólogos’ que han guiado a parlamentos anteriores a modificar el marco normativo electoral y a este parlamento irresponsable que ha hecho aún más modificaciones, cuyo resultado es este Frankestein electoral. No existen 43 ideologías en el Perú. Ya estamos viendo cómo de la misma forma que lo ha hecho Vizcarra, muchas de estas organizaciones -a quienes no vimos en las calles los apristas que recolectamos firmas para inscribirnos- evidentemente han sido fábricas de firmas. No han sido partidos políticos auténticos. Por eso hago un llamado a la ciudadanía para que respalde a los partidos históricos que sí tienen organización, programa y políticos formados.

Pero, así como tienen tradición, también cargan con una mochila pesada.

Creo que es propio de formar parte de una organización histórica. No solo es exhibir los logros, como tiene el APRA a lo largo de décadas de ejecutoria parlamentaria y una década de dos gobiernos, sino también reconocer nuestros errores para servir mejor al país. Una organización que se funda de un día a otro por una persona que a los 50 años amaneció un día y pensó que quería ser presidente del Perú no es garantía de nada. Pasa como con los movimientos regionales muchas veces: se inscriben, llegan al poder, le roban al pueblo y luego se destruyen y no pasó nada, nadie rinde cuentas sobre eso. En el APRA asumimos, sin duda, los errores que hemos cometido, pero también defendemos con orgullo los logros que hemos tenido en favor de las mayorías nacionales.

¿Hablamos del segundo gobierno?

Hablamos de los dos gobiernos. Yo quiero defender también al primer gobierno en términos de, por ejemplo, incremento de producción agrícola: los proyectos de irrigación del país, de lo cual saben mucho el norte y el sur. Tuvimos que combatir, a la vez, la inflación que heredamos y el terrorismo. Sentamos las bases de la derrota de la subversión con el Grupo Especial de Inteligencia - GEIN, por lo tanto, hay que reconocer los méritos, admitiendo también los grandes errores que cometimos. Y el segundo gobierno, sin duda, donde reducimos la pobreza en veinte puntos.

¿El APRA contempla la posibilidad de formar alianzas?

Hay una corriente muy mayoritaria dentro del APRA que busca recuperar nuestra identidad. Desde el 2006, la estrella del partido no participa en las elecciones con su símbolo como tal en la cédula presidencial. En el 2011 la candidata nuestra se retiró, en el 2016 fuimos en una alianza con el PPC y en el 2021 Salas Arenas, desde nuestra perspectiva, evitó que podamos participar en la contienda y luego el Tribunal Constitucional nos dio la razón. En el 2026 se van a cumplir veinte años que la estrella del APRA no está en la cédula de votación presidencial, por lo tanto, la mayoría de compañeros quiere que el partido se presente con su símbolo, pero sí convocando a diferentes fuerzas sociales. Quisiera que podamos trasladar la invitación, por ejemplo, a aquellos dirigentes agrícolas, a los dirigentes de las MYPE, los mineros en vías de formalización, pescadores artesanales, al magisterio, a las diferentes organizaciones para construir una articulación social y podamos plantearle al país un gran cambio.

El APRA tuvo históricamente una presencia importante en la CTP

Los apristas impulsamos la formación de la histórica Central de Trabajadores del Perú – CTP, que en los años cincuenta fue la única central sindical, por eso asesinaron vilmente a Luis Negreiros Vega, que era secretario general del partido del pueblo y también de la CTP, que incluía en ese momento no solo apristas, sino también a comunistas, porque era central única. Por lo tanto, sí, tenemos una relación importante con el esquema sindical. Hoy la CTP es una de las cuatro centrales nacionales sindicales que existen y, sin duda, tenemos un acercamiento muy importante con dirigentes de diferentes partes del país.

¿Hacia qué postura ideológica se ubica el APRA?

Yo creo que la inmensa masa de votantes en el Perú no se siente representada. Si en este momento hablamos de una renovación del APRA, creo que se debe buscar un posicionamiento en la izquierda democrática, desde una perspectiva fundamentalmente popular y de cambio. Es decir, una agenda importante de mano firme en seguridad, una disruptiva en la generación de emplea, agro, pesca artesanal, MYPE, defensa de los ciudadanos frente al costo del crédito financiero, de los medicamentos, una agenda auténticamente popular. Creo que el APRA tiene que poner en el debate público la agenda social que el parlamento no ha abordado y que el Ejecutivo lógicamente menos, sobre todo en el caso de seguridad ciudadana, atendiendo a lo que ha pasado hace unas horas en Pataz.

¿Usted cree que después de apoyar dos veces a Keiko Fujimori en segunda vuelta la población puede percibir al APRA como una agrupación de centro izquierda?

Creo que el APRA debe renovarse profundamente, debe tener nuevos voceros, un nuevo liderazgo de cara a las elecciones de abril del 2026. Pero quiero decir que ha habido alguna injusticia de parte de algunos sectores que nos han querido asociar con el fujimorismo. Y ha habido errores propios también de la última célula parlamentaria en el Congreso, sobre todo en el marco del último parlamento, en el cierre de Vizcarra, donde participamos en la mesa directiva del Congreso con Fuerza Popular, creo yo, de manera innecesaria. Han sido elementos un tanto aislados, pero el mensaje social del partido sí ha disminuido su volumen y eso es lo principal ahora: plantear de qué lado está el APRA. Y creo que el APRA va a estar y debe estar del lado de los jóvenes que quieren empleo y no de los dueños de las universidades, de los trabajadores del campo y no necesariamente de los grandes industriales, y del lado de las familias y no de los laboratorios o los bancos.

¿Son alusiones directas a Alianza Para el Progreso y Podemos Perú cuando dice “dueños de las universidades”?

Absolutamente. Lo digo claramente: César Acuña es lo peor que le ha pasado al país en los últimos años.

¿No hay una dosis de antipatía hacia Alianza Para el Progreso por quitarles el ‘Sólido Norte’?

No. Creo que las elecciones van y vienen. Ellos tienen 25 años en política, nosotros 100. Y creo que cuando ellos ya no estén, nosotros seguiremos. No hay para nada ningún tipo de fijación en términos emocionales. Fue duro perder La Libertad, pero también fue duro quedar al margen de la ley durante muchos años, familias destruidas, gente asesinada y, definitivamente, hemos superado esos esquemas y vuelto a tener victorias electorales. Si fuera gente, incluso, con la que uno pudiese ponerse de acuerdo, diría qué importa una derrota en el pasado, pero no. Creo que son mercaderes de la política, absolutamente. Miren lo que pasó con las inundaciones hace unos años y el gobernador regional se fue a veranear, miren lo que pasa ahora en La Libertad con las extorsiones, el desorden que impera en la ciudad, y Acuña se ha ido más de cien días fuera del país. Se va a ver sus mansiones en España. Y ahora está de aliado de un gobierno que está haciendo las cosas mal. Y no es la primera vez, fue aliado de Castillo, de Vizcarra. Es un comportamiento sistemático que no se circunscribe a este mal gobierno, sino es una tradición de Acuña para cogobernar con los diferentes presidentes a cambio de sus votos en el Congreso. Por eso insto a la gente en Lambayeque y el norte del Perú a no respaldarlo en estas elecciones para evitar que el chantaje continúe y mañana más tarde, en el marco de una dispersión, con unos pocos parlamentarios, vuelva de nuevo a tener ministerios como hoy tiene el Ministerio de Salud, que es algo terrible.

En cuanto a la coyuntura, ¿qué responsabilidades políticas deben asumirse sobre el caso de Pataz?

Creo que hay dos fundamentales: la del gobierno central y del gobierno regional. Creo que, dentro de eso, si tenemos que individualizar las culpas, diría que el principal responsable de lo que está sucediendo en Pataz es el gobierno regional liderado por César Acuña, que ha dejado que la inseguridad se desborde. Hasta septiembre del 2024, Acuña había gastado únicamente el 9 % de su presupuesto de seguridad ciudadana en la región La Libertad. Y, obviamente, también es responsable el estado central, por eso creo que el señor Adrianzén debe dar de una vez un paso al costado y organizarse un gabinete de emergencia, orientado, fundamentalmente, a abordar la inseguridad en los principales focos donde el crimen organizado se ha desbordado como Pataz y otros puntos que son un gran problema alrededor de la minería ilegal.

¿El Registro Integral de Formalización Minera – Reinfo, ya no debe ampliarse?

Creo que debemos hacer un gran consenso nacional con los pequeños mineros para lograr un esquema superior al Reinfo, que no sea simplemente patear el problema para más adelante. Estoy planteando que podamos incluso ofertar la posibilidad de importación de maquinaria y plantas procesadoras ambientalmente amigables, que vayan en la línea de estímulos para la formalización minera a cambio de mejorar los estándares ambientales y laborales y poco a poco ir haciendo que esta pequeña minería crezca y se convierta en operaciones absolutamente legales y formales. Pero hay que ofrecerles algo, sin duda, y juntos combatir a la minería ilegal que viene con gente armada, incluso operando en zonas donde nunca podría ser legal la minería como la Amazonia o zonas protegidas por patrimonio cultural.

Deja tu Comentario