Para fidelizar clientes, la generación de emociones es una de las mejores herramientas. Así lo señala la directora de la Escuela de Postgrado de la Universidad Tecnológica del Perú – UTP, y doctora en Administración y Dirección de Negocios por la Universidad Politécnica de Cataluña, Liliana Alvarado de Marsano, quien resalta la importancia de innovar en las empresas frente a un entorno rápidamente cambiante. Señala, además, que las ideas más locas son las que más valen.
La cultura latinoamericana en esencia es muy parecida, por ejemplo, en la flexibilidad de las normas, una gran diferencia con la cultura europea. Sin embargo, Liliana Alvarado señala que a pesar de ser culturalmente distintos, a través de la neurociencia se sabe que como seres humanos, todos son iguales y tienen emociones y sentimientos.
“Por ejemplo, acá tenemos como característica la importancia que le damos a la comida, a su sabor, lo flexibles que podemos ser con algunas normas. En cambio, en Europa las normas son muy claras, estrictas y nadie se las puede saltar. Culturalmente, los europeos se preocupan más por el cuidado de la salud, del cuerpo y del planeta, nosotros todavía no estamos esa etapa”, asegura.
Muchas de las grandes empresas internacionales se basan en esa igualdad biológica para diseñar sus campañas mundiales, como es el caso de Coca-Cola. A pesar de eso, Liliana Alvarado cree que se debe ser glocales, es decir, globalizar lo que se puede y localizar lo que se necesita.
“Lo que se conoce como ‘tropicalizar’ en alguna jerga marketera, que es un poco adaptar el producto que tú tienes a las características culturales de una determinada región. Por ejemplo, he llegado a Chiclayo y sé que no puedo irme sin comer arroz con pato, que es una característica de la ciudad, si vienes y no lo comes, es como si no hubieses venido, lo mismo pasa con el King Kong”, explica.
UN JUEGO DE EMOCIONES
Alvarado de Marsano cree que las emociones sirven para seducir al consumidor. Asimismo, señala que el juego o el humor son muy buenos factores para que el estímulo sea correcto y, de esta forma, el consumidor se sienta dispuesto emocionalmente a entender y quedarse con el mensaje.
Asimismo, identifica tres tipos de cerebros: el racional que es el que piensa, el límbico que siente y el reptil que actúa.
“Las emociones hacen que las personas actúen. Entonces, si tú pones a un consumidor en un entorno de tranquilidad, paz y buen humor, donde los estímulos realmente sean positivos, su estado de ánimo será positivo”, asevera la directora.
Por otro lado, también sostiene que los seres humanos cierran sus mentes al escuchar un estímulo negativo como cuando escuchan un “no”. Por tal motivo, es muy importante comunicar siempre en positivo para lograr la conexión consumidor-mensaje.
Según Liliana Alvarado, desarrollar el marketing no es difícil, lo difícil es conquistar el cerebro de las personas, seducirlo y generar el estímulo correcto. No existe nada que pueda entrar en la mente sin antes haber producido una relación sensorial, es decir, una activación de los sentidos.
“Cuando los sentidos se activan recién nos damos cuenta que hay algo a lo que tenemos que prestar atención y se activa una emoción, si esta es positiva, mi actitud y mi predisposición a comprar será positiva. De lo contrario, me pondré en una actitud negativa y no voy a querer comprar esa marca”, afirma.
Actualmente, las marcas tratan de concertarse emocionalmente con los consumidores. Por tal motivo, la publicidad es más emocional y muchas empresas empiezan a preocuparse por la experiencia de sus consumidores o clientes. El centro de la estrategia debe ser el consumidor considerando el entorno competitivo, global y cambiante.
La relación establecida con el consumidor, según Liliana Alvarado, se compara cuando una persona se enamora, donde existe un estímulo, le gusta la persona, la comienza a conocer y a generar emociones. Si las emociones con el contacto son positivas, se va enamorando y la emoción se convierte en sentimiento para luego pasar al amor.
“Lo ideal es mantener el enganche con el consumidor. Cuando tú amas a una marca, no solo hablas bien de ella, sino la recomiendas. No solo basta con tener un cliente fiel, sino uno comprometido que no solo te vuelva a comprar, sino que hable bien de ti y te recomiende”, explica.
Igualmente, Liliana Alvarado señala que el 76 % de los consumidores cree lo que encuentra en las redes sociales o la Internet acerca de las marcas. En tal sentido, la reputación de la marca no la construye la publicidad, sino los mismos clientes.
“La relación se pierde cuando hay un punto de contacto donde la emoción o relación que se ha generado no ha sido positiva o el servicio no ha sido satisfactorio”, afirma.
El contacto con el cliente se da en varios puntos como las redes sociales, los trabajadores con el cliente o el servicio que se recibe, donde la marca pueda generar emoción a sus clientes.
Por otro lado, Liliana Alvarado asegura que es muy difícil, pero no imposible, para una marca recuperar la confianza perdida de un cliente.
“Es más fácil posicionar una nueva marca que recuperar la confianza que tenías. Sin embargo, sí se puede, pero tienes que hacer muchísimo esfuerzo, lo difícil es reconquistar a una persona a la cual le fallaste”, afirma.
Asimismo, señala que un cliente que regresa siempre tendrá desconfianza.
“Las empresas empiezan a manejar el precio, es como la zanahoria y el conejo, el cliente va a estar como el conejo cuando esté la zanahoria, pero no se busca eso, sino clientes comprometidos. Entonces, no puedes fallar, tienes que cuidar todos los puntos de contacto, la consistencia del servicio y el mensaje”, asegura.
CAMPAÑA UTP
Liliana Alvarado destaca la campaña publicitaria de la UTP y su mensaje “desaprender para aprender” como un argumento muy importante.
“Si tú no tienes la mente abierta, no vas a poder adquirir nuevos conocimientos. No se trata de acumular conocimientos, sino que a veces el mundo es tan cambiante que tengo que empezar a hacer las cosas de nuevo”, afirma.
También resalta las campañas de Inka Cola, Pilsen, Alacena, Primor y la llamada “Ponte en modo keke” de Blanca Flor y Sello de Oro.
LA IMPORTANCIA DE INNOVAR
El entorno actual se ha tornado complejo y cambiante a una velocidad mucho mayor a la de hace años, donde es cada vez más complicado ser competitivos. El filósofo griego Heráclito dijo hace miles de años que lo único constante es el cambio.
“La velocidad del cambio es impresionante. Hoy te compras un celular, pasan cinco meses y ya está obsoleto porque ya hay otros producto más eficientes que resuelven de mejor manera tus necesidades y deseos”, afirma Liliana Alvarado.
Las empresas empiezan a hablar de innovación para sustentar su crecimiento empresarial. Según Alvarado de Marsano, la innovación es ver lo que todos ven y pensar lo que nadie ha pensado. La innovación no solo es pensar diferente, sino llevarla a la práctica. La disrupción creativa implica desaprender la forma en que hacemos las cosas, distanciarnos de las ideas preconcebidas y abstraernos de las soluciones actuales.
“Hay que desaprender para volver a aprender como dice la campaña de la UTP. El mundo ha cambiado tanto que no puedo quedar con el aprendizaje anterior que ya no sirve. Tengo que ser capaz de desechar ese conocimiento y aprender lo nuevo, lo que hoy día sí sirve. No puedo decir: ‘es que esto siempre se ha hecho así’. Tenemos que pensar cómo lo hacemos de manera diferente. No encasillarnos en el mismo camino, comenzar a ir por otro y miraremos otras cosas”, asegura Alvarado de Marsano.
También, afirma que la innovación será tan buena en tanto se tenga conocimiento de los consumidores o clientes y que los negocios tratan, en esencia, de crear valor para las personas.
“Las cosas no se hacen para nosotros, sino para las personas en general. Por lo tanto, no es lo que me gusta a mí, sino lo que le gusta en general al resto. A mí me puede gustar el color rojo, pero al cliente le gusta el azul, entonces lo voy a hacer azul”, expresa.
CÓMO INNOVAR
El proceso de innovación se trata de descubrir lo que quiere la gente, esto implica observar a las personas en el lugar en el que estén. Luego crear nuevas rutas y finalmente probarlas y repetirlas hasta que funcionen.
“Muchos de nosotros recibimos estudios de mercados y creemos que es suficiente. Estos no te hablan de comportamientos, sino de números. Tenemos que salir y estar donde está la gente, ponernos en sus zapatos. Luego tengo que comenzar a crear muchas ideas. No hay idea que no valga, todas valen. Mientras te dicen que más loca es tu idea, más vale”, menciona Liliana Alvarado.
De cada 100 empresas maduras que lanzan nuevos productos o servicios al mercado a nivel mundial, 99 terminan fracasando, es decir, 99 % de tasa de mortalidad. La innovación, según el abogado Peter Drucker, debe estar cerca del mercado, enfocada en el mercado y dirigida hacia el mercado. Asimismo, el creador de Apple, Steve Jobs dijo que la innovación es lo que distingue a un líder de los demás.
“El peor enemigo de un gerente es su escritorio, porque ahí no me doy cuenta qué está pasando alrededor y no puedo tener la sensibilidad para saber qué tengo que hacer o qué no tengo que hacer”, asevera.
Liliana Alvarado lamenta que la cultura y el entorno social obliguen a las personas a dejar de ser creativas. Afirma que los niños son 98 % creativos, capacidad que en la adolescencia se reduce al 20 % y para la adultez apenas al 2 %.
“Creatividad es pensar, innovación es hacer. La innovación es llevar eso que pienso al mercado y no es cuestión de dinero, sino de actitud ante el cambio. Innovar requiere valentía. Nuestra mente está llena de paradigmas y laberintos condicionados a asegurar nuestra zona cómoda”, resalta.
Por ejemplo, menciona el caso de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina – UCAL, que compró 10 hectáreas en el distrito de La Molina, Lima, para su futura expansión. Cuando la UCAL decidió construir se encontró con una restricción que no les permitía la construcción de edificios mayores a los dos pisos, según cuenta Liliana Alvarado.
“Uno tiene que empezar a pensar de manera distinta. ¿Qué hizo la UCAL? Construyó siete pisos hacia abajo. Tiene un patio central que da alrededor de todo el edificio, por lo tanto, en todos los pisos hay luz y no te das cuenta que estás siete pisos abajo. Realmente impresionante la solución, eso es innovación”, expresa.
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