El gobernador regional de Lambayeque, Anselmo Lozano Centurión, señaló el 18 de junio que prepara una iniciativa legislativa para lograr el retorno de la instrucción premilitar a las instituciones de la educación básica regular como medida para contrarrestar el alto índice de infracciones por parte de los jóvenes.
Según Lozano Centurión, cada vez se pierde más la disciplina en la juventud, lo cual se refleja en los mil 700 jóvenes que se encuentran privados de su libertad por cometer una infracción o delito. La propuesta del gobernador ha hecho eco en algunos sectores de la sociedad civil, generando voces a favor y en contra.
PROPUESTA DESCONTEXTUALIZADA
Para el director de la Institución Educativa Santa Magdalena Sofía Barat, César Chapoñán Damián, la iniciativa de Anselmo Lozano no va acorde a las corrientes pedagógicas contemporáneas, las cuales señalan que para favorecer el aprendizaje es necesario generar entornos agradables al estudiante, en los cuales la ternura y el afecto juegan un rol importante.
“La letra con sangre entra era la premisa anteriormente, pero ahora educamos de otra forma, teniendo en cuenta la emoción, la curiosidad, el asombro y la investigación”, asevera.
Manifiesta que la indisciplina, delincuencia y drogadicción, factores que Lozano Centurión señala para argumentar la necesidad de regresar a la instrucción premilitar, son hechos que se ven en la realidad, pero que no son responsabilidad del colegio, sino de la familia, pues es esta “la primera escuela”.
Afirma que, lamentablemente, en muchos lugares aún se sigue educando con teorías antiguas a niños y jóvenes que ya pertenecen a otra generación, lo cual demuestra también que los profesores en algunos casos no se han preparado para los nuevos retos educativos.
“Hay docentes que no tienen control emocional, cuando ellos deben tener una muy buena relación con los alumnos, pues ¿cómo aprende mejor uno? ¿Con el miedo o con la risa?”, cuestiona.
PROPUESTA ANTITÉCNICA
Chapoñán Damián afirma que será importante leer en qué consiste en sí la iniciativa legislativa de Lozano Centurión que busca el retorno de la instrucción premilitar, pues si se concibe como era antaño, sería antitécnico.
“Si nosotros escuchamos instrucción premilitar, lo primero que recordamos son los gritos de los instructores, las ranas, las planchas y demás. Yo fui parte de eso y definitivamente hoy ya no es posible aplicarlo”, señala.
Añade que en la actualidad la Ley Nº 27337 – ‘Ley que Aprueba el Nuevo Código de los Niños y Adolescentes’, limita también el accionar de los docentes en lo concerniente a la rigurosidad a la hora de aplicar disciplina.
Además, menciona que existen muchos padres sobreprotectores con quienes estaría reñida la instrucción premilitar.
“Si un profesor golpea con la palmeta a una alumna, inmediatamente nosotros actuamos a través del sistema SíseVe, el cual consigna un protocolo que califica eso como agresión, violencia física de un adulto hacia una estudiante, por lo que inmediatamente debemos poner a ese docente a disposición de la Unidad de Gestión Educativa Local – UGEL Chiclayo. No lo digo yo, así lo establece el Ministerio de Educación – MINEDU”, afirma.
UN PREJUICIO
Por otro lado, Ángel Centurión Larrea, profesor del Colegio Militar ‘Elías Aguirre’ desde hace 11 años, señala que existe un prejuicio que gira en torno a la relación de la instrucción premilitar con la violencia, el cual se grafica en la frase “la letra con sangre entra”.
“La formación en disciplina, moralidad y trabajo, tal como reza el lema de nuestra institución, no tiene nada que ver con la violencia. En el colegio hay un buen trabajo del área de tutoría que va de la mano con la formación militar que la tiene a cargo el responsable del batallón de cadetes, la cual se complementa con el área de psicología”, sostiene.
Afirma que, si bien es cierto el contexto pedagógico internacional se orienta hacia una educación personalizada, es innegable el aumento de la delincuencia en Lambayeque, problemática que a través de la educación puede combatirse.
Apunta, según su experiencia en la mencionada institución educativa, que la instrucción premilitar es un sistema alternado que rige desde tercero de secundaria en el que a los chicos, además de darles educación básica regular por las mañanas, se les imparte toda una formación integral propia de un servicio militar obligatorio en el que incluye la práctica de deportes como atletismo y natación, así como lecciones de civismo.
FORMACIÓN CÍVICA
Asimismo, sostiene que con el retorno de la instrucción premilitar se puede enfatizar en cuestiones relacionadas a la formación cívica, pues este curso fue incluido en el área de ciencias sociales dentro del nuevo currículo escolar y al no existir esta materia como tal, de modo independiente, se descuidaron aspectos tan importantes como el respeto a los símbolos patrios, el conocimiento sobre los héroes nacionales y las normas básicas de convivencia.
Al respecto, el Estudio Internacional de Cívica y Ciudadanía – ICCS, aplicado por la Asociación Internacional del Logro Educativo – IEA, en el 2016 a 24 países, de los cuales Perú ocupó el penúltimo lugar, arrojó que solo “el 34,8 % de los estudiantes peruanos reconoce a la democracia como sistema político y comprende que las instituciones y leyes pueden promover valores democráticos en una sociedad, mientras que solo el 8 % es capaz de justificar y evaluar posiciones políticas o leyes en función de principios democráticos de la búsqueda del bien común”.
No obstante, Chapoñán Damián discrepa con la posición de Centurión Larrea, pues afirma que la instrucción premilitar no ayudó a fomentar el civismo en los ciudadanos ni el amor por la patria, pues la generación que la recibió es la misma que ahora gobierna y ha demostrado estar sumergida en la corrupción.
“¿Ayudó realmente la instrucción premilitar a querer más a nuestros héroes? ¿Funcionó para identificarnos con nuestra patria? Nosotros como sociedad aún tenemos ese afrancesamiento y cada 28 de julio sacamos a relucir nuestro armamento militar y lo respetamos, porque es parte de nuestra cultura, pero la tendencia en el mundo es más a desmilitarizar”, asevera.
Respecto a la disciplina, menciona que esta sí se imparte en los colegios, pero los medios de comunicación, las mismas familias y la sociedad en general se encargan de deseducar.
PROYECCIÓN SOCIAL
Por otro lado, Centurión Larrea refiere que la instrucción premilitar le brinda al estudiante una mirada crítica de la realidad, lo cual los hace involucrarse con su entorno. Afirma que con los alumnos del Colegio Militar han desarrollado diversos talleres con la comunidad en los que han trabajado por la erradicación de la basura de su entorno y contra la desnutrición, entre otras cosas, pues la instrucción no se basa solo en el esfuerzo físico, ni en las sanciones rígidas, sino en un real compromiso con la sociedad.
“Yo veo esta iniciativa del gobernador como una oportunidad si es que la concebimos tal cual debe ser. No podemos dejar tampoco que el militar conduzca solo esto, pues debe ir de la mano con todo un equipo multidisciplinario que le dé a los estudiantes el soporte para un proyecto integral, con un enfoque de disciplina que tanta falta hace ahora”, comenta.
A su turno, César Chapoñán afirma que de aplicarse la instrucción premilitar le gustaría que esta sea un complemento, en la que tanto la policía como las fuerzas armadas apoyen con talleres extracurriculares como primeros auxilios, defensa personal, rescate y campañas sociales.
“En el caso de los alumnos con problemas de indisciplina, a ellos sí sería bueno ingresarlos a un programa especial de instrucción premilitar, porque cuando la mente está desocupada se convierte en oficina del diablo. El ejercicio físico es muy bueno, pero no les demos solo ranas y planchas, vayamos más allá”, asevera.
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