El cierre parcial del gobierno de Estados Unidos por el fracaso del Congreso, entre republicanos y demócratas, para aprobar el presupuesto federal, generaría una reducción del crecimiento del Producto Bruto Interno en 0.2 %, con una proyección de 750 000 funcionarios que ingresarían a un desempleo técnico con una pérdida de ingresos que ascendería a 400 millones de dólares.
El pilar del conflicto involucra que los republicanos plantean extender la financiación actual del presupuesto, mientras los demócratas exigían la restitución de miles de millones de dólares para el programa de seguros de salud Obamacare, lo que detonó no tener un claro camino para resolver la crisis, originando que la Oficina de Presupuesto en la Casa Blanca, ante el “Shutdown” inicie el cierre temporal en un escenario donde la inflación sigue siendo elevada, el desempleo no baja y las previsiones de crecimiento son moderadas. Por lo tanto, un cierre prolongado podría tener un efecto multiplicador en la economía, donde los mercados financieros responderían de forma negativa ante una niebla y confianza debilitada del gobierno de Estados Unidos por no mostrar los indicadores de desempleo, crecimiento y la inflación; conllevando a una depreciación del dólar por su debilitamiento por el nerviosismo que se inyecta al mercado financiero.
Apagón de los Datos claves de la economía estadounidense
El apagón de los datos, al no publicar las proyecciones de desempleo por parte de los funcionarios de la Reserva Federal, involucra un escenario adverso, dado que se esperaba un mayor incremento de la tasa de desempleo a un 4.3 % en agosto, con una pérdida neta de 32 000 empleos en setiembre, que con el cierre de gobierno generaría a los responsables políticos y a las empresas un estancamiento laboral afectado por la incertidumbre de las políticas de Trump desde inicios de año, que afectó a los aranceles, las drásticas restricciones de inmigración y los temores que generan el gasto fiscal produciría un efecto negativo en la economía de Estados Unidos, reflejando que los salarios se vienen desacelerando de 3.9 % en julio a 3.7 % en agosto, considerando que las horas trabajadas evidencian una señal de alerta para la economía de Estados Unidos, que involucra reforzar la expectativas de que el producto bruto interno se contraiga en el tercer trimestre del año 2025.
Política Monetaria en Estados Unidos
La FED ante un repunte de la inflación del 3 % a finales del año 2025 volvería a ejecutar un nuevo recorte de la tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos para incentivar el consumo, a pesar que se tiene como obligación mantener la inflación alrededor del 2 % anual y el desempleo por debajo del 4.5 %. Sin embargo, dado el incremento de los aranceles que contribuye al crecimiento de los precios origina que lo más conveniente es que las tasas se mantienen sin cambios a corto plazo, dado el enfriamiento gradual del mercado laboral, que desde la crisis sanitaria ya se observaba una economía en recesión.
Impacto en el Perú del cierre de Gobierno de Estados Unidos
Una desaceleración o recesión en Estados Unidos se sentiría con fuerza en la economía peruana a través de varios canales: tipo de cambio, comercio exterior, crecimiento y confianza de los inversionistas.
Un enfriamiento de la economía estadounidense típicamente resta impulso al crecimiento del PBI peruano, dada la estrecha relación comercial y financiera. Si EE.UU. entra en recesión en 2025, se espera que Perú también experimente un menor crecimiento del proyectado de 2.9 %, considerando además factores internos principalmente de la confianza empresarial por el aspecto electoral que se viene.
En cuanto a la percepción de riesgo país, una recesión en EE.UU. sumada al espectáculo de ingobernabilidad fiscal podría afectar la confianza de inversionistas internacionales en mercados emergentes. Sin embargo, cabe resaltar que hasta el momento el shutdown de EE.UU. ha tenido un impacto acotado en el apetito por riesgo: los precios de los bonos peruanos en dólares se han mantenido relativamente estables y el tipo de cambio, en lugar de subir, ha bajado debido a la mencionada debilidad estructural del dólar. Esto sugiere que los mercados confían en la solidez macroeconómica peruana expresada en la deuda pública baja, altas reservas internacionales para afrontar turbulencias externas moderadas.
Apreciación del sol peruano frente al dólar
Ante el escenario internacional de Estados Unidos involucra que la poca credibilidad de las políticas de Trump con reciente cierre del gobierno de Estados Unidos ha perdido seriedad de la economía del país a tal punto que dólar viene registrando las mayores caídas en los últimos periodos, lo que ha originado una intervención moderada de flotación sucia por parte del Banco Central de Reserva del Perú .
El debilitamiento del dólar origina que la apreciación de sol impacte positivamente en los consumidores y las familias cuyas deudas o alquileres se encuentren en dólares y origine que todo los comodities como el maíz y otros productos importados cuesten más baratos, beneficiando a los importadores.
Sin embargo, en términos de los exportadores se vuelve perjudicial por el tipo de cambio que reciben ingresos en dólares por lo que sus ingresos reflejarían en menor poder adquisitivo en el Perú.
En un complejo escenario político peruano con la erosionada gobernabilidad y democracia, la cual tiene un impacto significativo en los próximos aspirantes de elección popular y las autoridades electas con poder, ya es palpable en la erosión de la confianza, y su onda expansiva hacia el Perú principalmente a través del canal del tipo de cambio. Sin embargo, el Perú llega relativamente fortalecido en sus indicadores macroeconómicos, donde el producto bruto interno de 2.9 % seria explicado por el mayor dinamismo de la inversión privada que alcanzaría el 3.5 % y la mejora de los términos de intercambio por la diversificación de mercados de exportación, facilitación de la inversión interna y mantenimiento de la disciplina fiscal que le permitan navegar en un mundo convulso sin perder el rumbo del desarrollo económico sostenible.
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(*) Magíster en Ciencias con mención en Proyectos de Inversión Pública, economista e investigador Renacyt. Especialista en Inversión Pública del Centro Nacional de Planeamiento Estratégica.
(**) Economista de Esan, egresada de la Maestría en Inteligencia Estratégica.
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