Hemos abierto nuestro espacio como un acto de resistencia, de perseverar en aquello que sabemos es necesario en la vida social, para las expresiones, para las relaciones, para el afecto y para la dinamización de la vida en comunidad, frente a disposiciones que limitan el derecho del acceso al ejercicio artístico cultural de los niños, jóvenes y adultos y porque consideramos que es una tarea urgente y necesaria para la vida social y para la propia condición humana. Si ya antes de la aparición del Covid era un imperativo, hoy más que nunca es una necesidad a atender.
Pensamos también que el contexto Covid no debe hacernos pensar que con disposiciones de inmovilidad social se resuelven las problemáticas de salubridad. Al contrario, estas se agudizan en otras líneas que también son perniciosas para la salud mental de la ciudadanía, dando acceso por permanente, al miedo, la ansiedad, la angustia, la depresión.
Nosotros creemos que se debe enfrentar al Covid con acciones analizadas y estudiadas desde varios sectores que hagan corresponsables de su puesta en práctica a la ciudadanía, para lo cual es necesario y fundamental una ciudadanía activa, reflexiva y pensante de sus destinos. Si las acciones son solo disposiciones verticales estas no lograrán su cometido, convirtiéndose solo en una justificación para responsabilizar al otro de que no funcionen.
Para todos es bastante sabido respecto de la fragilidad económica del sector cultura, el cual hoy está muy golpeado, pero no por ello ha dejado de ser un sector activo, dinámico, creativo y sobre todo vivo. Por lo que abrir Ochocalo, para nosotros, ha sido abrirle la posibilidad a la vida, a las expresiones artísticas y comunitarias, ha sido un encuentro satisfactorio con otros que pensaban y sentían como nosotros, dejándonos a sus hijos en absoluta confianza, validándonos y acompañándonos en nuestras decisiones, así es como Ochocalo ha iniciado sus actividades, en la confianza de los padres, en el disfrute y aprendizaje de sus hijos, generando economías que benefician a nuestros profesores artistas y otorgando sostenibilidad a nuestro proyecto. Naturalmente, nuestra oferta ha considerado, a pie juntillas, todos los protocolos de bioseguridad exigidos.
Actividades para la ciudadanía
Han pasado muchos años desde que Ochocalo abriera sus puertas al público, 10 años para ser exactos, sin embargo, sus fundamentos y sentido de su aparición en el 2012 son los mismos que en esta nueva apertura como Centro Cultural, es decir ser “un espacio de dinamización y efervescencia artístico - cultural para la ciudad”; naturalmente, el contexto ha cambiado y nos ha exigido diversificarnos y atender a más sectores y con más ofertas; capacitación artística para niños, jóvenes y adultos a través de talleres diurnos y vespertinos, abiertos desde enero del 2021; espectáculos de música, danzas y teatro, nocturnos por abrirse en octubre del presente año; exposición – venta de obras de artes plásticas, en su galería inaugurada el viernes 23 de julio con la muestra: ‘Chiclayo, tinta, color y forma’, del artista plástico Alexander Cruz Salazar; venta de artesanía en su tienda, programada para el primer trimestre del 2022; servicio de cafetería, abierto desde enero del presente año, además de mantener la línea de restaurante espectáculo para días específicos.
Queremos convocar a más usuarios a ser parte del circuito cultural local, acrecentarlo junto con los museos, espacios y emprendimientos culturales de nuestra ciudad.
Queremos extremar nuestro modelo de gestión cultural - sostenible desde el punto de vista económico, siendo un lugar permanente para la oferta cultural que articule espectáculos, exhibiciones, experiencias formativas – capacitación artística (talleres), residencias de creación y fortalecer nuestra línea gastronómica cultural. Somos consientes que no se podrá dar todo de un tirón, y menos en el contexto actual. Sin embargo, el haber iniciado ya es un acto de resistencia.
Nuestros talleres iniciados en enero han calado en el interés de los padres para el conocimiento y disfrute de sus hijos, a quienes en estos seis meses transcurridos hemos podido otorgarles, recreación, socialización, expresión y aprendizaje.
Tareas pendientes
En esta etapa de testeo e inducción, continuaremos con las capacitaciones artísticas (talleres) más la organización permanente de eventos mensuales para público reducido, teatro y conciertos musicales. El 2022, en la esperanza de que hayan vacunado a todo el país y se retiren las restricciones, deberíamos poder completar la oferta cultural permanente.
El trabajo será sin duda arduo, dado que debemos crear nuestro público cultural, sensibilizarlo, hacerlo consciente de su necesidad y derecho de acceso al arte, por lo que pienso debemos articular objetivos con otros actores de la gestión de cultura local y nacional.
El proyecto del Centro Cultural.
Ochocalo fue siempre fue una iniciativa independiente, surgida desde la idea común de 3 entrañables amigos de poner en valor la cultura, para el cual se hicieron socios en el 2011, David Bravo (Arquitecto), Liznarda Cruzado (Administradora y magister en gerencia social) yo, como gestor cultural y artista de la escena. Con Ochocalo Restaurant y Espectáculo marcamos un momento distinto en lo que se refiere a emprendimientos gastronómicos en Lambayeque, vinculándolo a contenidos y a narrativas culturales de la región, muy apreciados y valorados por las familias que nos eligieron, el cual consideramos que fue muy exitoso, convirtiéndose en poco tiempo en modelo de iniciativas que surgieron por ese tiempo.
Hoy, en esta nueva oportunidad, es un proyecto familiar y un compromiso con la ciudad y el país, los presupuestos, apuestas y los riesgos continúan siendo personales, no tenemos detrás un gobierno local o nacional, como tampoco cooperantes internacionales, aunque sin duda los buscaremos en algún momento, porque sí creemos en fórmulas de gestión público - privadas. Hoy, Ochocalo Centro Cultural es una apuesta personal junto a mi esposa. Hemos demostrado con nuestras acciones de varios años cuánto nos importa promover el arte y la cultura. Ochocalo, hoy en día, es para nosotros un compromiso con la sociedad y con nosotros mismos. Y, con esta acción, queremos invitar a otros a un cambio en la calidad de vida de nuestra ciudadanía, a la transformación de nuestra sociedad a través del arte y la cultura.
(*) Gestor Cultural.
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