Un expediente técnico incompleto y otras deficiencias fue lo que encontró el Órgano de Control Institucional – OCI, de la Municipalidad Distrital de Olmos, en la ejecución de la obra: “Renovación de puente peatonal, en el LA, reconstrucción de tres puentes peatonales sobre el río – valle viejo Olmos”.
El Informe de Control Simultáneo N° 021-2019-OCI/2137-SVC, estableció además la existencia de zonas vulnerables que requerían de protección y encauzamiento, las mismas que no fueron consideradas en el proyecto de inversión, lo que podría generar afectaciones a las viviendas del sector Alan García, así como la estructura de estribo de la construcción del puente denominado ‘Tarata’, poniendo en riesgo la integridad de los moradores de la zona y de quienes eventualmente transitan por el lugar.
A ello se suma que se cambió de ubicación el denominado puente Tarata sin contar con la opinión técnica del proyectista, y que por la condición incompleta del expediente técnico no es posible realizar un adecuado control técnico y financiero de la obra, lo que puede afectar la calidad y duración de la misma, así como el riesgo en el uso adecuado de recursos públicos.
LA OBRA
El proyecto: “Renovación de puente peatonal en el LA, reconstrucción de tres puentes peatonales sobre el río – valle viejo Olmos”, fue ingresado en octubre del 2018 al banco de inversiones con un monto viable, aprobado y actualizado de cuatro millones 371 mil 305.99 soles, pero tras la aplicación del Formato Único de Reconstrucción se ajustó el presupuesto a cuatro millones 51 mil 283.61 soles.
Así, la Municipalidad Distrital Olmos encargó la ejecución de la obra a la empresa Inversiones Oberti SCRL, suscribiéndose el contrato el 2 de julio de este año con un plazo de ejecución de 300 días calendarios, bajo el sistema de contratación de precios unitarios. La supervisión fue encargada al Consorcio CYC, suscribiéndose el contrato también el 2 de julio, con un valor de 258 mil 230.17 soles.
Cuando la comisión de control solicitó el expediente técnico recibió de parte de la Subgerencia de Desarrollo Urbano y Rural del municipio, con el Informe N° 173-2019-SGDUR/MDO/EEQV, del 10 de septiembre pasado, un informe que no era congruente en lo referido al presupuesto al que se puso finalmente en ejecución, razón por la que el OCI tuvo que recurrir al expediente técnico publicado por la comuna en el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado – SEACE.
De la revisión de dicho documento es que se ha llegado a la conclusión de la existencia de al menos dos situaciones adversas que generar condiciones perjudiciales para los intereses de la entidad y el cumplimiento de los objetivos mismos de la obra.
EXPEDIENTE INCOMPLETO
Con el Oficio N° 292-2019-MDO/OCI, del 6 de septiembre, el órgano de control requirió a la Subgerencia de Infraestructura y Desarrollo Urbano y Rural el expediente técnico, recibiendo en el remitido con el Informe N° 173.
“De la revisión al referido expediente técnico entregado de manera digital (CD) se verificó que parte de la documentación difiere con la documentación del expediente técnico descargado del Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado – SEACE, portal institucional del OSCE, entre ellos la memoria descriptiva, planillas de metrados, presupuesto total de obra, subpresupuesto, análisis de costos unitarios, insumos y cantidades, entre otros, razón de ello se está tomando como referencia el expediente técnico descargado del portal institucional del OSCE, ya que el presupuesto de obra es igual con el monto, con el cual se contrató a la empresa Inversiones Oberti SCRL”, señala el OCI.
Por ejemplo, se encontró incompleto lo relacionado a las “Especificaciones técnicas”, “Diseño estructural” y “Planos”.
Con ello se trasgredió el Reglamento del Procedimiento de Contratación Pública para la Reconstrucción con Cambios, aprobado por el Decreto Supremo N° 071-2018-PCM, del 6 de julio del 2018; el Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado, aprobado por el Decreto Supremo N° 350-2015-EF, del 10 de diciembre del 2015, y modificado con el Decreto Supremo N° 344-2018-EF, del 31 de diciembre del año pasado.
“La ejecución de la obra con expediente técnico incompleto no permitiría realizar un correcto y adecuado proceso constructivo, así como el control técnico y financiero de dicha obra, lo que afectaría la calidad, duración, resultado y/o logro de los objetivos del proceso, así como el uso adecuado de los recursos públicos”, indica el OCI en su informe.
ZONAS VULNERABLES
Durante la visita de control realizada el 16 de septiembre a la ejecución de la obra, junto al jefe de la Subgerencia de Desarrollo Urbano y Rural, Eduardo Quezada Vásquez, se advirtió la existencia de zonas vulnerables que requieren de protección (sector Alan García) y obras de encauzamientos (sector Miraflores) frente a máximas avenidas, las cuales no fueron contempladas dentro del área de intervención del proyecto, lo que afectaría viviendas y a la propia estructura en sí.
De la construcción del puente ubicado en el sector Alan García – Puente Alan García, “podemos mencionar que, tanto aguas arriba como aguas abajo, se observó la existencia de viviendas (dentro de la franja marginal), cuyas paredes estarían en contacto directo con el agua, actuando como bordo del canal (talud), otras están cerca del bordo del canal, y en otro caso se ha construido parte de un muro dentro del canal, lo que podría conllevar ante las máximas avenidas la inestabilidad de sus cimientos y posibles colapsos de la estructura y con ello poner en riesgo la integridad de los moradores de la zona.
Asimismo se advirtió que el agua al salir por el referido puente chocaría directamente con un muro de tierra, donde a escasos metros existen viviendas, que frente a la erosión, abrasión y socavación causadas por el agua generarían el colapso total de las viviendas.
Respecto al puente ubicado en el sector Miraflores – Puente Tarata, se tiene que el estribo que limita con el sector El Cardo se vería afectado por las filtraciones de las aguas servidas provenientes de los desagües de Alan García, las que se encuentran acumuladas en pozas o lagunas naturales, aproximadamente a unos 100 metros aguas abajo del referido puente (lado derecho del dique de protección del río), cuyas filtraciones van a dar o se observan cerca de la estructura (estribo), lo que ocasionaría el asentamiento de la estructura.
Dicho estribo se vería perjudicado aún más debido a la existencia de una quebrada que en tiempo de lluvias descarga o desemboca sus aguas cerca de la estructura, lo que podría generar inestabilidad y el colapso de la misma.
“Cabe mencionar que dichas filtraciones de las aguas servidas, provenientes de los desagües de Alan García, también van a dar o se observan cerca de un pozo o noria de agua, la que se encuentra dentro de la faja marginal o aledaña a la ribera del río y de donde los pobladores de la zona extraen agua para su consumo, lo que ocasionaría posibles enfermedades.
En consecuencia, la existencia de zonas vulnerables que requieren de protección como es el sector Alan García y trabajos de encauzamiento en el caso del sector Miraflores, debido a la falta de un estudio integral o exhaustivo que hubiera considerado todos los riesgos (riesgos materiales, ambientales y humanos), frente a máximas avenidas, en el área de intervención del proyecto, afectarían viviendas del sector Alan García y al estribo de la estructura (puente Tarata). Asimismo, el riesgo de la integridad de los moradores de la zona y de las personas que transiten por el lugar”, refiere el informe del Órgano de Control Institucional.
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