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EN LA TUMBA 16 DE HUACA RAJADA: ARQUEÓLOGOS HALLARON ESLABÓN QUE EXPLICA COSTUMBRES FUNERARIAS MOCHE

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 774

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La Tumbas 16 del complejo arqueológico Huaca Rajada estuvo a solo cinco centímetros de ser encontrada por los saqueadores y huaqueros, quienes de haber llegado hasta la fosa funeraria habrían desaparecido una pieza importante para comprender de qué forma y cuándo cambiaron las costumbres de los mochicas para sepultar a sus muertos. Huaca Rajada es un monumento arqueológico ubicado en el distrito de Zaña, con 110 metros de largo, 60 de ancho y con una altura equivalente a un edificio de ocho pisos de altura. En este espacio es donde se han encontrado, hasta el momento, 16 tumbas. La primera fue la del Señor de Sipán en julio de 1987 y la última en el año 2010, cuyos ornamentos y vestigios, tras un año de restauración, son exhibidos en el museo de sitio inaugurado en el 2009. "La excavación en la parte sur de la huaca se inició con el propósito de investigar la arquitectura de la misma, empezando estos trabajos en el 2009. Al excavar 10 metros de profundidad se encontró la tumba número 15, la más antigua que se había descubierto en el complejo. Sin embargo, al proseguir con los trabajos encontramos pozos cavados por los huaqueros que datan aproximadamente de 1988. Estos huecos estaban sobre la tumba 16 y a escasos centímetros de llegar al contexto funerario. Yo creo que los espíritus de los señores de Sipán detuvieron el saqueo", refiere el arqueólogo Luis Chero Zurita, director del museo de sitio. Ornamentos de la tumba El equipo de investigadores halló un primer ataúd de caña en el que se encontró las osamentas del guardián de la tumba, acompañado de una botella de cerámica asa estribo con la representación del maní. Lo curioso de este personaje es que fue enterrado sin que se le amputen los pies, a diferencia de los jefes guerreros y otros guardianes que se encuentran en el mismo nivel de la plataforma funeraria. "Es decir, estamos en un punto medio, porque a partir de esta tumba (la 16) evoluciona la tradición de sepultar a los guardianes con los pies amputados", explica Chero Zurita, añadiendo que al personaje principal de la tumba lo acompañan una mujer de aproximadamente 20 años de edad y un metro 45 centímetros de estatura, junto a un no nacido y un neonato. "El personaje, que lleva en las manos unas figurinas que representan a seres femeninos, se encuentra con las piernas flexionadas". El personaje de la tumba, nombrado por los arqueólogos como Señor Guerrero, fue hallado en un ataúd de caña de dos metros de largo y 83 centímetros de ancho. Similitudes Lo primero que revelaron las excavaciones del ajuar funerario del Señor Guerrero fueron dos coronas en forma de uve, similares a las que se encontraron en las tumbas del Sacerdote Guerrero, el Viejo Señor de Sipán y el Señor de Sipán. Se encontró también un pectoral de cobre con el mismo diseño a uno de nácar que se halló en la tumba del Viejo Señor, semejanza que se aprecia también en el cetro, simulando ser una cabeza de porra. "Una de las cosas más sorprendentes es que de las 16 tumbas excavadas en Huaca Rajada, esta es la única en la que se ha hallado un pututo, concha strombus que hay solo en las costas del Ecuador. La tumba se halló en una fosa de 4.30 metros de largo, 1.50 de ancho y 1.50 de profundidad", expone el director del museo de sitio. La primera vez que se encontró un strombus en Lambayeque fue cuando se realizaban los trabajos de nivelación del Aeropuerto José Quiñones Gonzales, mientras que la segunda fue descubierta en Chongoyape tras el Fenómeno El Niño. Fin de las tradiciones Luis Chero señala que con la tumba 16 culmina la tradición de sepultar a los muertos en fosas para dar paso a las cámaras funerarias. Es así como en las tumbas más antiguas, como son la del Noble Guerrero, Viejo Señor y del Guerrero de la tumba 9, los personajes no están en ataúdes de caña, sino en envoltorios. "A partir de la tumba 16 los entierros se hacen en ataúdes de caña y solo el Viejo Señor, el Sacerdote Guerrero y el Señor de Sipán fueron sepultados en ataúdes de madera de algarrobo", explica. Es particular la semejanza de las piezas encontradas en la tumba 16 con las que se hallaron en el ajuar funerario del Viejo Señor de Sipán. Además del diseño del pectoral, ambos personajes tiene el mismo modelo de orejeras con colgajos y uyuchus a modo de borde. "Esto nos lleva a pesar que hubo algún tipo de relación entre ambos personajes o descendencia. Esto se confirmará cuando se realicen los estudios de ADN que deben darse en este año", comenta Chero Zurita. Las narigueras de la tumba son punto aparte. Todas, al igual que las encontradas junto al Viejo Señor de Sipán son de forma rectangular a excepción de una que toma forma de media luna pero con los extremos cortados. En adelante, las narigueras tendrán las puntas completas, tal como se halló en la tumba del Señor de Sipán. Estos mismos diseños fueron descubiertos por los investigadores en la Máscara de Úcupe y las piezas de Loma Negra. En la tumba 16 también se encontró una máscara mortuoria muy similar a una que se halló en el valle de Jequetepeque. El contexto funerario sería de los años 300 ó 400 después de Cristo, tiempo de deberá corroborarse con la aplicación de los estudios de carbono 14. "Las investigaciones que se están realizando dan mayores evidencias de una posible relación entre los habitantes moches del valle de Jequetepeque y Sipán, posibilidad que deberá corroborarse con el transcurrir del tiempo. La tumba 16 es bastante interesante porque representa el quiebre de muchas tradiciones en la cultura moche, sobre todo las relacionadas a los estilos o tradiciones funerarias. Hasta antes de ella los entierros eran en fosas y no en cámaras; en envoltorios y no en ataúdes y los guardianes empiezan acompañar al personaje principal, pero aquí con pies; más adelante con amputaciones", detalla el arqueólogo. En la tumba también se han encontrado ofrendas dadas, según se cree, para aplacar las constantes precipitaciones pluviales que azotaron el valle del Chancay, donde se asentaron los habitantes de Sipán. Parte de estas ofrendas se constituían por vegetales, animales como cuyes, líquidos, conchas y hasta extremidades inferiores de humanos. Todo era quemado. Importante trabajo El doctor Walter Alva Alva, líder del equipo de investigadores que en 1987 descubrió la tumba del Señor de Sipán, labor en la que también participó Luis Chero, relevó la importancia de la tumba 16, porque además de ayudar a explicar el cambio de las tradiciones funerarias moche, contiene piezas de gran significado como la vasija con forma de maní, considerando que el Señor de Sipán también tuvo una representación del mismo fruto en el famoso collar de maníes de oro y plata. "En los trabajos de restauración y conservación de las piezas encontradas en la tumba 16 se han realizado más descubrimiento interesantísimos, como un traje ritual en el que aparecen dos guerreros enfrentados, lo que evidencia que el personaje fue un importante mando militar en la época mochica. Este vestuario asemeja a un tipo de armadura, que es única en Lambayeque", refiere. CIFRAS - En el Museo de Sitio de Huaca Rajada ´ Sipán se exhiben los restos de las tumbas 14, 15 y 16, producto de las investigaciones realizadas desde el año 2007 a la fecha. - Chero Zurita señala que ahora se iniciará un trabajo editorial, a fin de publicar un compendio de las nuevas investigaciones arqueológicas dadas en Huaca Rajada.

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