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COMPRENSIÓN LECTORA: ¿DÓNDE ESTÁ EL AGRAVIO?

Escribe: Rosa Amelia Chambergo Montejo
Edición N° 1119

Dice el dicho popular que “el que calla otorga” y como de dichos populares la vida nos enseña día a día, hoy quiero dedicar este espacio para aclarar lo que se desinforma con el mal llamado “agravio” al decano del Colegio de Ingenieros en Lambayeque, Ciro Salazar Montaño, por parte del periodista Daniel Vera Vera, coordinador periodístico de este medio de comunicación.

El 12 de junio pasado, en su cuenta personal de Facebook, el periodista Daniel Vera Vera escribió: “La cobardía de un decano no frena la lucha de la sociedad civil. La Ordenanza Municipal 07-2019 ahora está en manos del Poder Judicial. Chiclayanos, a estar  vigilantes”. A continuación colocó el facsímil de la demanda judicial de la sociedad civil. Hasta aquí no hay nada que acuse al comunicador de calumniar, difamar o injuriar a algún personaje, máxime porque fueron varios los decanos que no firmaron la demanda de amparo interpuesta contra la ordenanza que autoriza el ingreso del tránsito pesado con más de 39 toneladas a la ciudad.

Y digo que fueron varios decanos porque entre los que no firmaron la demanda está el decano de los psicólogos, el de los tecnólogos médicos y el de los ingenieros. Asumo que no lo hicieron por razones políticas, dirigenciales, personales o más razones que no conocemos. Entonces, ¿por qué el ingeniero Ciro Salazar se da por aludido?

Me llama la atención que un profesional y político con tantos años de experiencia y servicio público pida apoyo institucional para justificar lo que es injustificable, para rechazar lo que no se ha dicho. Me llama la atención la evidente falta de tolerancia y capacidad para distinguir las cosas llamadas con nombre propio.

 

Cobardía no es un insulto, el periodista Vera escribió que a pesar del temor, miedo, espanto, pavor, cerote, pavura, susto, pánico de un decano, la sociedad civil no frenó su lucha por este departamento en el que queremos desarrollo, crecimiento y mejores condiciones de vida. No señala a qué decano le es atribuible la cobardía y en todo caso, según el diccionario, cobardía significa “falta de ánimo y valor”.

Sumado al post al que me he referido, Vera Vera escribió el mismo 12 de junio:

“Mientras el pueblo protesta, el decano del CIP pacta”, posición principista y ajustada a la verdad. El comunicador mostró a través de una fotografía que el decano Ciro Salazar prefirió ir el día anterior de la marcha a la reunión convocada por el alcalde Marcos Gasco, cuyo fin podría haber sido quebrar la cohesión de varios integrantes de la sociedad civil organizada. Salazar no firmó la demanda de acción de amparo a pesar de haber entregado copia de su documento de identidad. Cuando escribe que Salazar pacta, él considera que hubo en esa reunión un trato, una estipulación para no salir a marchar. ¿Hay difamación? No. Cualquier ciudadano me dará la razón.

Líneas seguidas, el referido periodista detalló a través de una remembranza:

“En el 2013, cuando éramos solo un puñado de ciudadanos los que salíamos a las calles a protestar contra el nefasto gobierno del ahora sentenciado alcalde Roberto Torres Gonzales, hubo alguien que, teniendo la representación de una institución técnica, nos dio la espalda.

Chiclayo, en ese momento, se hundía en el lodo. La comuna intervino la ciudad con un expediente técnico deficiente y ejecutó, a medias, una obra de saneamiento básico que nos condenó a vivir con el agua con excremento al borde de las veredas. Solo el decano del Colegio de Arquitectos, Hever García Ramírez, se pronunciaba en defensa de la ciudad. El del Colegio de Ingenieros se quedó mudo”.

Preguntó: ¿miente Daniel Vera con lo escrito?, ¿calumnia?, ¿difama?, ¿injuria? ¿Comete una falta de respeto con esta aseveración sobre el decano de los ingenieros? ¿Alguien ajeno a la sociedad civil o a los entornos de quien me refiero podría responder mi pregunta?

Vera Vera recuerda en su post: “En una de las tantas protestas hicimos un plantón en el frontis del Colegio de Ingenieros, en la avenida Balta, frente de la oficina del decano Ciro Salazar Montaño. De pronto, los que exigíamos que se pronuncie en defensa de la ciudad vimos con asombro cómo nos corrieron las cortinas. El decano no quería dar la cara”.

Encuentro que el periodista de manera elegante, descriptiva y real hace una narración de lo ocurrido en la época del gobierno municipal de Torres Gonzáles, hoy preso por tanto robo.

Recordemos que varios colectivos ciudadanos y las instituciones agrupadas en la sociedad civil, pese a todas las provocaciones y difamaciones que desde la comuna chiclayana se realizaban para acallar las voces de protesta y de alerta contra el nefasto Roberto Torres, perseveraron en su lucha ciudadana y el tiempo dio la razón: El 30 de septiembre del 2014, todos supimos que la obra de saneamiento era deficiente, estaba manchada por corrupción, no lo digo de manera antojadiza o porque tenga libertad para hacerlo, lo escribo porque así es, ¿o nos hemos olvidado de los que están presos?.

¿Cuántos comunicados y marchas hizo el CIP-CD Lambayeque para alertar todo lo que pasó en la gestión Torres?

El amor que tenemos a nuestra ciudad nos exige estar alertas y no permitir que la historia se vuelva a repetir y lo que ahora está ocurriendo en la MPCH debe mantenernos unidos. No podemos vivir lamentando y lamentando lo que ocurre cada período municipal.

Como bien lo señala el periodista: “Seis años después la historia se repite. Ahora los ciudadanos hemos salido a las calles, esta vez en contra de la Ordenanza Municipal 07-2019, que autoriza el ingreso de camiones de más de 39 toneladas al casco central de Chiclayo. Nuevamente está en juego la condición del saneamiento, inconcluso por los hechos antes referidos, la seguridad de las personas, el orden... Y otra vez se ve cómo el decano del Colegio de Ingenieros decide dar la espalda a los vecinos. Nuevamente el decano es Ciro Salazar Montaño.

Si bien la orden ha emitido un pronunciamiento en contra de la ordenanza, Salazar asumió el compromiso de acudir al llamado de la sociedad civil, que en asamblea pública y abierta aprobó no solo protestar hoy, sino también presentar una acción de amparo contra la norma. Hasta ayer (11 de junio), el representante del Colegio de Ingenieros mantenía su palabra. Hoy, nadie sabe dónde está.

Y así es pues cómo algunos dicen defender los intereses colectivos. Mis respetos para los decanos de los 13 colegios profesionales que no solo han salido a marchar, sino también que han tenido la valentía de firmar la demanda. Debo mencionar otra vez al Colegio de Arquitectos, por demostrar que la orden sí se identifica con el sentir de los vecinos. Por los ingenieros, una pena con su decano. La tibieza frente a los males de la ciudad resulta hasta indigna”.

En todo lo escrito por Daniel Vera considero no hay un solo atisbo de haber manchado la honorabilidad del decano de los ingenieros al punto que el Consejo Regional de Decanos de los Colegios Profesionales de Lambayeque – CONREDE,  haya emitido un documento de extrañeza, rechazo y respaldo a la actuación de quien representa a los ingenieros lambayecanos.

¿Estamos acaso ante un doble discurso? Señores del CONREDE, ¿han analizado bien los post del periodista Vera por el que han levantado un comunicado? ¿Todos los decanos de los colegios profesionales han leído bien los mensajes? Lo pregunto con absoluto respeto distinguidos expertos en sus diferentes carreras.

Quisiera que alguno de los integrantes de CONREDE me diga en qué línea o párrafo de lo escrito por el periodista Daniel Vera se atribuye a nombre de la sociedad civil de Lambayeque el cuestionamiento al procedimiento del ingeniero Ciro Salazar en el tema de la Ordenanza Municipal 07-2019. ¿En qué línea, que no la encuentro, Vera habla sobre la trayectoria política de Salazar Montaño?

¿Qué prácticas son las que Vera Vera ha escrito y que denigran a las instituciones y vulneran los derechos de los ciudadanos? Señores, estoy entendiendo mejor porqué estamos ubicados en un preocupante lugar de comprensión lectora no solo en los niños, sino también entre los adultos.

¿Debo entender que el documento del 21 de junio emitido por el CONREDE respalda y se solidariza con el ingeniero Ciro Salazar en su actuación de haber dejado de firmar la acción de amparo en la que la institucionalidad lambayecana exige que el alcalde Marcos Gasco Arrobas deje sin efecto la Ordenanza Municipal Nº 07-2019? La verdad que ya no entiendo qué es fuerza de razón, respeto institucional, posición en defensa de lo que es mejor para la ciudad.

Estamos notificados que para algunos el día es noche y la noche es estrellada todos los días para inflar el ego y el mal entendido respeto. Por ahora levanten los pañuelos los que entienden al revés lo escrito por Daniel Vera Vera, a quien respaldo en sus argumentos válidos, sesudos, rebuscados, investigados, porque ama a este departamento no siendo de aquí. Lo ama más de lo que falsos chauvinistas dicen amar a Lambayeque.

El hecho que alguien, a quien no se ha identificado, de la sociedad civil tomara su post y lo colocara en un papel con la mancheta que representa a la institucionalidad agrupada, conforme él lo ha explicado, no le arroga títulos que no le corresponden.

Insto a la academia, en particular a las escuelas o facultades de Comunicación, a analizar los post de Daniel Vera Vera respecto a este caso. Al ingeniero Ciro Salazar, a quien conozco muchos, muchos años, le digo que no hay nada que desagraviar. Es usted una persona con un prestigio ganado que nadie le puede arrebatar y ello lo obliga a poner en buen lugar el amor a su ciudad, a la tierra que le ha dado tanto, así tenga que colisionar con amistades políticas, porque el interés colectivo será siempre superior a los intereses personales, empresariales o de grupo. Recuerde que las puertas de este medio estarán siempre abiertas para compartir sus logros, sus deseos, su interés por Lambayeque.

Una buena relación de profesional, dirigente o ciudadano con la prensa será siempre de respeto. Por lo menos hasta cuando Dios me dé vida yo escribiré y diré con claridad cómo son los personajes de Lambayeque, cómo fue su desempeño institucional y la historia recreará para nuestros hijos, nietos y bisnietos qué hicieron aquellos que en su momento tuvieron el honor de dirigir las diversas instancias llamadas a contribuir al desarrollo lambayecano.

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