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UNA EXPRESIÓN Y MIL SEMANAS CON LAMBAYEQUE

Escribe: Rosa Amelia Chambergo Montejo
Edición N° 1000

Tendría mil formas y tal vez más de empezar con esta columna semanal, pero he decidido iniciarla manifestando mi agradeciendo a Dios Padre por el maravilloso regalo de la vida y la oportunidad para llegar a la semana MIL de circulación Expresión, impreso que me honro en dirigir desde su nacimiento, hace casi 24 años.

 

No imaginé que aquel 13 de agosto de 1993, día en que con un tabloide de apenas cuatro páginas apareció en las calles de Chiclayo, me llevaría a cumplir mil semanas de circulación.

 

Gracias a mi familia por su comprensión, gracias mil a cada uno de los periodistas profesionales que me acompañaron, que prestigiaron nuestro hebdomadario con su trabajo sensato y ético. Gratitud a José Baxter Gonzáles Solano con quien inicié esta aventura, a mi hermano Sandro Chambergo Montejo por su paciencia, tolerancia, y aunque no pudiéramos estar de acuerdo en algunos contenidos el respeto siempre ha primado. Gracias a Óscar Capuñay Terán, quien me incentivó a la continuidad y permanencia; a  Larcery Díaz Suárez por sus enseñanzas y dedicación al ejercicio de un auténtico periodismo que siempre será cátedra y barricada  para los pueblos y, en particular, para los lectores fieles a la buena lectura y al desarrollo de un periodismo orientador, educador, informador, investigativo cada semana. Gratitud para Carlos Cabrejos Vega, por su trabajo y compromiso de hacer un buen periodismo. Su huella también forma parte de estas mil ediciones.

 

Por aquí también pasaron los periodistas Ángel Vallejos Pasco, Lucisol Gonzáles Gonzáles, Frida Bustamante, Roxana Santa Cruz, Víctor Becerra Murillo, Karla Díaz Pingo, Henrry Urpeque, Carlos Fenández Lazo, Paola Ly Ramírez, Zoila Cabrejos Pita, Ysela Vega, César de la Piedra, Nivardo Córdova Salinas, Iris Cubas y otro muchos más.

 

Y en otra de las épocas de oro me acompañaron Deysi Cubas Cubas, Noelia Mora Orrego, Ursula Ramos, Adriano Limay Burstein, Gabriel Cumpa, Arturo Reyes, Alexandra Núñez, Jennyffer y Daniel García Zumaeta y Ángel Rivas Zelada. Gracias, en particular, a Daniel Gustavo Vera, joven periodista quien hoy es el Coordinador Periodístico de Expresión y con quien hasta hoy he desarrollado y compartido no solo los anhelos y labores del semanario, sino que también hemos participado de otros proyectos periodísticos con gran satisfacción profesional por los resultados.   Cada edición de Expresión tiene la energía, pensamiento, criterio, amor en esta difícil e incomprendida labor.

 

Y en este contexto quiero agradecer hasta el cielo al maestro Cristian Díaz Castañeda, quien con su sapiencia, experiencia y visión me vaticinó sostenibilidad en Expresión, porque en el momento de su salida fue el único medio que de manera semanal aparecía en Lambayeque.  

Hoy el equipo está renovado y a mi lado trabajan Daniel Gustavo Vera, mi hermana Lena Chambergo Montejo; que es el motor de este casi adulto semanario, y William Saucedo Acosta, quien de manera muy rápida se ha adaptado a nuestro estilo periodístico.

 

Este espacio también se lo dedico a dos grandes del periodismo: Alejandro Gonzáles Bravo, quien nos acompañó varios años con su pluma, cuidados y enseñanzas hasta el último de sus días, y don Jaime Prada Yerren, quien semanalmente compartió sus escritos deportivos para nuestros lectores. Hasta el cielo azul gracias amigos.

 

Como decía mi abuelita Victoria: “lo primero es lo primero”, y el valor de la gratitud será para mí siempre lo primero.

 

Cuando Expresión apareció hace mil semanas, nuestro primer editorial fue precisamente en defensa de los intereses de Lambayeque y llamamos la atención por el deficiente servicio de agua y alcantarillado, de la falta de infraestructura vial y de obras de envergadura. Hace mil semanas, casi 24 años, un pleito entre dos autoridades debilitaba las aspiraciones de los chiclayanos: Arturo Castillo Chirino y Sergio Luna Sosa, alcalde y primer regidor, protagonizaban un lío político, siendo los dos, por ese entonces, de las filas de Acción Popular.

Mil semanas después dos autoridades enfrentan similar situación: el alcalde de Chiclayo David Cornejo Chinguel y el primer regidor Guillermo Segura Díaz, pero ahora se suma el distanciamiento con el gobernador regional, Humberto Acuña Peralta, pleito y alejamiento que trae como consecuencia el abandono y falta de mantenimiento de obras como el Paseo Yortuque, o la no ejecución de obras como la avenida Cieza de León, ampliación de la calle Cajamarca,  ampliación y mejora del Hospital Las Mercedes y otras más.

 

Todo ello se refleja en que año a año la debilidad institucional, la falta de identidad y amor por parte de los ciudadanos lambayecanos, han permitido que gente advenediza, sin preparación política, educativa y cultural, haya llegado a las altas esferas de poder para manejar millonarios  presupuestos, recursos que no se han reflejado en obras prioritarias para mejorar la calidad de vida de la población. Por ello hoy en día tenemos una ciudad que crece en medio del desorden y la falta de planificación.

 

Chiclayo es el polo del desarrollo del norte y del nororiente y quienes a diario pasan por esta ciudad miran con asombro la dejadez y hasta aceptación en que vivimos por la falta de limpieza, de orden en nuestro congestionado y abarrotado transporte en el centro de la ciudad, en la tugurización por la mototaxistas, en la falta de ordenamiento en el primer centro de abastos de la ciudad.

 

Sumada a estas cosas que retrasan nuestro desarrollo está la caducidad de nuestro sistema de alcantarillado, es caótico el deterioro total de las redes de agua y desagüe y no solo en el centro de la ciudad, sino también en el distrito de José Leonardo Ortiz, diversas urbanizaciones y sectores populares de la provincia.

Y ni hablar de los pueblos jóvenes y asentamientos humanos donde no solo se dejan de recoger grandes toneladas de basura, sino que en estas zonas el esparcimiento, la cultura, el deporte y otros servicios son negados a todos los ciudadanos, tratados como seres sin derecho a mejores condiciones de vida.

 

Han pasado mil semanas de circulación de Expresión y estoy segura que serán más, siempre con la bendición de Dios, de los lectores, de los anunciantes, suscriptores y de todos los que creen en nuestro trabajo. Ninguna difamación de caco alguno ha de bajar nuestra moral, ética, valores y amor por un periodismo que construye, que critica con fundamento, que investiga y se aproxima a la verdad con responsabilidad a la luz de documentos. En mil semanas hemos tenido el honor de ejercer un periodismo de investigación que muy pocos hacen y que ha sustentado cada una de nuestras denuncias.

 

En mil semanas enfrenté algunos procesos judiciales que pretendieron intimidarme, acobardarme, amedrentarme, pero que en lo real solo lo consiguieron reafirmar mi enorme vocación en el periodismo como la más noble de las profesiones.

 

Mil semanas no son pocas y tampoco muchas, son las semanas en las que hemos trabajado con enorme amor por Lambayeque y el país. Han sido semanas de reinvención constante, de desarrollar también otras plataformas comunicacionales en la radio y televisión, en la Internet y ahora en las redes sociales a través de nuestras cuentas de Facebook, Twitter y Youtube. A través de estos canales ya hemos dejado huella, porque aquí tenemos como misión no doblegar ante nuestro deber informar con veracidad, pluralidad e imparcialidad a la comunidad lambayecana y del país de los hechos más resaltantes del quehacer social, político, empresarial y cultural,  con especial  énfasis en el análisis de los hechos  y la formulación de propuestas  de solución de la problemática de nuestra comunidad.

 

Hoy son solo mil semanas, casi 24 años de trabajo periodístico, y centramos nuestra visión en arribar a los 25 años de labor periodística consolidados como el medio semanal impreso de mayor presencia y liderazgo en Lambayeque, apoyados en el prestigio que hemos sabido cimentar durante este tiempo, identificándonos cada vez más con el desarrollo de nuestro querido Lambayeque, que anhelamos alcance el desarrollo sostenible y equitativo, caracterizado por la práctica de valores éticos y cívicos que permita contribuir a una correcta información, educativa y entretenimiento de nuestros lectores. 

 

Gracias lectores por su permanente respaldo y a nuestros patrocinadores Dios les bendiga y multiplique por el apoyo en estas mil semanas de circulación, gracias por entender nuestro trabajo y respetarnos en nuestras posiciones e ideas.

Ahora, caminamos rumbo a los 25 años tomados de la mano de Dios y con la fuerza de la razón. Los quiero mucho.

 

Aquí entenderemos siempre que la prensa debe ser examen y censura, nunca el odio ni la ira que no dejan espacio a la libre emisión de las ideas. Nunca se acepta lo que viene en forma de imposición injuriosa, se acepta lo que viene en forma de razonado consejo; tal como lo dijera el inmortal José Martí.

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