Con la vorágine propia de lo que su ejecución significa, Perú comenzó a vivir la fase del trabajo de campo de los “Censos Nacionales 2025: XIII de Población, VIII de Vivienda y IV de Comunidades”. El recojo de la data se realizará de agosto a octubre próximo, vía -en primera instancia- el sondeo que 2000 colaboradores censistas hacen ya casa por casa, vestidos con chalecos y gorros morados, credenciales de identificación y modernas tabletas preparadas con fichas de registro on line para la ocasión.
Sentada en una vereda en la entrada de un condominio de más de 500 viviendas, ubicada en el límite sur del distrito de La Victoria (Chiclayo), Julia María** de 28 años hace una pausa para almorzar. Nos dice, en tanto, que como es domingo es difícil: las personas salen de casa y si se quedan prefieren descansar. “Pero, normalmente, los niveles de colaboración con el censo tampoco es que sean muy altos. Hay de todo: gente muy amable y gente… que no lo es”, nos resume.
Por primera vez, los censos 2025 del Perú, contemplan una opción suplementaria para responder en línea en los casos que el cara a cara no tenga éxito. Carmen**, dos años menor que Julia, cree que es una salida interesante pero experimental. “Hay que ver cómo resulta. Ya sabemos que en el país el acceso a tecnologías y a Internet no es el mejor, sobre todo fuera de las ciudades”, reflexiona. Mientras tanto insisten de manera presencial hasta dos veces, incluso pese a la previsión de los llamados índices de no respuesta.
En su presentación, alojada en el portal web del Estado Peruano, se aclara que los de 2025 son censos de Derecho o de Jure; las personas serán censadas en sus viviendas o lugar donde viven permanente o habitualmente. A ello se les llama residentes habituales. Así, no será necesario inmovilizar a la población, algo frecuente en las versiones pasadas.
Su trascendencia
Los censos trascienden el mero recojo de datos numéricos. En una nota promocional se recuerda que son “fundamentales para la planificación, implementación y evaluación de políticas públicas, así como para la toma de decisiones en diversos sectores. Proporcionan datos precisos sobre la población y sus características, permitiendo a los gobiernos, organizaciones y empresas comprender mejor la realidad social y económica de un país”.
En un pedido a una APP de inteligencia artificial (IA), se resume que la importancia de los censos cubre, entre otros puntos: Planificación y toma de decisiones, investigación científica, sector privado, conciencia social, distribución de recursos, desarrollo económico, evaluación de programas de intervención y el conocimiento de la realidad.
Mario Ninaquispe, estadístico y docente investigador por la Universidad Privada del Norte enfatiza en que: “los censos ofrecen datos que permiten no solo describir y comprender fenómenos sociales, económicos y demográficos, sino también formular hipótesis sólidas, diseñar estudios representativos, establecer líneas de investigación y evaluar el impacto de políticas públicas (…) aportando evidencias que sustentan la toma de decisiones y el avance del conocimiento en diversas disciplinas”.
Las poblaciones se dinamizan
Los censos permiten conocer, de algún modo, las líneas o ejes sobre los que una población proyecta sus tendencias. Se le conoce como dinámicas poblacionales: estudio del cambio de las poblaciones a través del tiempo, lo que incluye los factores de tamaño, estructura por edad y sexo, natalidad, mortalidad, inmigración y emigración, y más. Las dinámicas poblacionales son descriptivas pero sobre todo interpretativas: buscan entender los procesos naturales y culturales que impulsan los cambios demográficos.
Según la Enciclopedia Internacional de Ciencias Sociales y del Comportamiento, 2da edición (2015), las dinámicas poblacionales cubren el análisis de cómo fluyen y refluyen las poblaciones. Para ello incorporan modelos matemáticos, pero también análisis sociológico para comprender, fundamentar y proyectar los cambios.
La de las dinámicas poblacionales es una disciplina fina y compleja, y será ciencia de tipo básico, pues no implica necesariamente aplicación directa pero sí que la facilita para investigaciones tecnológicas o aplicativas.
“Las poblaciones que disminuyen en promedio, por supuesto, siempre se extinguirán, pero las poblaciones cuyo tamaño esperado aumenta también pueden tener una alta probabilidad de extinción.”, ha escrito el científico Peter Järges.
Si bien las lógicas de las dinámicas poblacionales pueden parecer algo enrevesadas, sus aportes a la ciencia y la sociedad que se vale de ellas, son indiscutibles.
------------
(*) Colaborador y articulista.
(**) Los nombres son cambiados en mérito a la reserva de datos personales.
Deja tu Comentario