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UNA COSA ES CON GUITARRA Y LA OTRA CON…

Escribe: Rosa Amelia Chambergo Montejo
Edición N° 1153

Es innegable que la investigación en el caso Olmos empieza a encender las alarmas de varios políticos y exfuncionarios. A la detención preliminar y el pedido de prisión preventiva por 36 meses contra Yehude Simon Munaro, el ex presidente regional, y Enrique Salazar Torres, ex gerente general del PEOT, se suma el pedido de comparecencia restringida y de impedimento de salida contra el exgobernador Humberto Acuña Peralta.

El miércoles último el fiscal José Domingo Pérez, del Equipo Especial Lava Jato, declaró a la prensa nacional que el pedido de una medida más gravosa para Acuña Peralta no está descartado y, en consecuencia, el escenario se torna color de hormiga, al menos para quienes han tenido en sus manos la tramitación de los contratos de Olmos.

Sin embargo, siendo conscientes del impacto que el caso genera y lo que vendrá con las investigaciones, en Lambayeque no debemos permitirnos que nos gane el desánimo. De ahí que sostengo que una cosa es con guitarra y la otra con cajón.

Los fiscales tendrán, en los próximos meses, una ardua tarea por realizar, porque el Proyecto Olmos en sus distintas fases es complejo de entender. La Contraloría, del mismo modo, estará ocupada en entregar el informe de auditoría sobre el componente de irrigación, y mientras tanto ¿qué nos corresponde hacer?

Considero que seguir impulsando la inversión en el departamento, dejando a los operadores de justicia que realicen su trabajo sin distracciones. Lo que está haciendo la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque y la Asociación Regional de Exportadores – AREX, en ese sentido es admirable.

Sus dirigentes, que entienden perfectamente lo que es urgente e importante para el departamento, no se han dejado enfriar. Al contrario, como actores de la sociedad civil ambas instituciones siguen alentando la inversión, como lo hicieron hace una semana con una jornada de exposiciones abierta en la que se explicaron detalles de obras como la modernización del aeropuerto de Chiclayo y la Autopista del Sol.

Olmos, como obra emblemática para Lambayeque, ha generado hasta el momento más de 30 mil empleos directos e indirectos. ¡30 mil! De los trabajadores beneficiados, el 80 % pertenece al distrito donde se encuentra la irrigación y a otras zonas colindantes, y esos trabajos han permitido que familias enteras mejoren sus condiciones de vida.

En cinco años, la irrigación sí ha resultado beneficiosa para Lambayeque. Quien diga que no, simplemente no quiere ver la realidad.

Los empleos directos e indirectos han promovido una dinámica saludable de la economía local en Olmos, incrementado la cuota de exportaciones de Lambayeque en el mundo y convertido a este departamento, pequeño en extensión territorial, en uno de los principales productores de palta, arándanos y uva.

Entonces, es necesario que nos quede claro a todos que una cosa es la investigación fiscal, que debe continuar hasta sancionar a quienes resulten responsables de cuanto delito se descubra, y otra cosa es respetar el estado de derecho, la seguridad jurídica y alentar el crecimiento de la inversión que en Olmos se ha logrado en los últimos cinco años.

Desde luego, la coyuntura ha permitido que salgan a flote las viejas voces de ultratumba que reclaman la reversión de las tierras, la nulidad de los contratos y otros despropósitos más. Sería muy triste si aquellos personajes, movidos por sus intereses personales y políticos, tienen cabida en el entender colectivo. Los contratos se respetan. ¿Revisar? Ya se hizo y se puede seguir haciendo si existe necesidad de ello, pero siempre para mejorar y perfeccionar, porque todo es perfectible.

A quienes hablan de anular, revertir, cerrar, sería bueno preguntarles cuántos empleos han creado, cuántas empresas exitosas han dirigido, cuánta inversión han acumulado en Lambayeque, cuántos impuestos pagan al Estado, cuánto desarrollo tienen como legado para el departamento. Recordemos aquel viejo adagio que dice que “en el país de los ciegos el tuerto es rey”.

Señores, hay muchos tuertos queriendo subirse al carro de Olmos y estoy segura que en Lambayeque no somos ciegos como para creernos sus trasnochados y aprovechados discursos.

A los exgobernadores regionales solo desearles serenidad. Por sus familias, sería inhumano desearles momentos trágicos o mayores penas. Si son culpables de algo, que sean castigados, pero con arreglo a ley y en procesos garantistas. Si son inocentes, que demuestren su verdad. Ya el pueblo sabrá recompensarles. Lo que sí no sería tolerable de ninguno de ellos es que desafíen a la justicia sabiendo en sus consciencias que algo hicieron mal.

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