Uno de los principales retos que afronta el Poder Judicial es sin duda la alta carga procesal. Lambayeque no es la excepción, tal como lo señala el presidente de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, César William Bravo Llaque, pues solo hasta junio de este año habían ingresado más de 60 mil expedientes entre demandas, denuncias y pedidos. Sin embargo -refiere- este distrito judicial ha logrado resolver más de 50 mil casos en este mismo período, evitando que la carga procesal siga incrementándose de forma escalonada.
“La carga procesal es cada vez más creciente. Lo que pasa es que siempre se arrastra un plus. Es más lo que ingresa que lo que sale, pero con mucho beneplácito puedo decirles que se han resuelto más de 50 mil casos entre enero a junio de este año y eso hay que celebrarlo. Estamos contentos porque las metas de producción se van cumpliendo, se está avanzando”, indica Bravo Llaque, quien agrega que solo hay cuatro juzgados que hasta la fecha no han alcanzado sus metas, pero se trata de órganos que no pertenecen al departamento de Lambayeque, teniendo en cuenta que este distrito judicial comprende también a las provincias cajamarquinas de Jaén, Cutervo y San Ignacio.
“El Juzgado de Investigación Preparatoria de Lambayeque, con el doctor Parraguez, registra una producción de más del 200 % al mes de junio. Y así hay otros juzgados que van con el 60 %, 70 % y 80 %. Las materias de mayor carga procesal son penal y laboral, a pesar de que también tenemos una buena cantidad de órganos jurisdiccionales. Yo diría que el 60 % de la carga procesal es penal”, sostiene.
Unidad de Flagrancia
En esa línea, Bravo Llaque resalta que la Unidad de Flagrancia, inaugurada el 20 de mayo del año pasado, ha resuelto ya más de cinco mil casos en materia penal. Indica que, si bien se tratan de delitos menores, son estos precisamente los que aumentan la carga procesal.
“Si nos ponemos a pensar, esos cinco mil casos en los juzgados de investigación preparatoria, de juzgamiento normal, aumentarían enormemente la carga. Por eso es que la Unidad de Flagrancia está rescatando este tipo de procesos y ayuda a amortiguar la carga procesal”, afirma.
Bravo Llaque agrega que en Jaén ya está funcionando también una Unidad de Flagrancia desde el 1 de agosto, de la cual esperan obtener los mismos resultados que en Chiclayo.
“A ello tenemos que sumar que nuestros jueces civiles son de los que más producen a nivel nacional, eso ha hecho que el Consejo Ejecutivo presidido por Janet Tello Giraldi nos dé la confianza para iniciar la oralidad civil también en Jaén, de tal manera que los procesos civiles que antes demoraban cuatro o cinco años ahora con la oralidad demoren aproximadamente un año. La dinámica es así: El demandante llega, acá están sus pruebas; el demandado llega, acá están sus pruebas. Se da la audiencia, el juez confronta las pruebas y decide. Esa es la ventaja de la oralidad. Esperamos que siga implementándose en todas las materias”.
Virtualidad
Asimismo, menciona que la virtualidad ha coadyuvado al sistema de justicia desde el punto de vista de la economía y practicidad.
“El año pasado tuvimos la experiencia de un caso de violación sexual. La agraviada se encontraba en Francia y desde allá se conectó vía llamada de WhatsApp y pudimos recibir su versión acerca del delito del cual había sido objeto. Yo diría que la virtualidad se usa para algunos casos, dependiendo de las partes. En laboral y en civil las partes suelen pedir que la audiencia se realice de manera personal y no tenemos ningún inconveniente en que se haga así. El año pasado, que estuve en la Tercera Sala, desarrollamos incluso audiencias virtuales de segunda instancia en Picsi”, comenta.
Asegura que la virtualidad va acentuándose poco a poco, pues también es una modalidad económica que permite acceder a la justicia a aquellas personas que viven lejos y les cuesta desplazar a su abogado, solventar su traslado.
Magistrados
El titular de la Corte Superior de Justicia señala que el distrito judicial de Lambayeque tiene un promedio de 140 magistrados, de los cuales la provisionalidad se da mayoritariamente en jueces de primera instancia y en los jueces de paz letrado.
En cuando a los jueces superiores, precisa que 23 de los 25 son jueces titulares. La diferencia se cubrirá -asegura- con el nuevo concurso que está haciendo la Junta Nacional de Justicia.
Aunque no precisa cifra, Bravo Llaque revela que han sancionado a jueces con cuatro y seis meses por retardo en la administración de justicia.
Justicia y sistema penitenciario
Consultado sobre el hacinamiento en la carceleta del Poder Judicial, indica que esto depende mucho de las intervenciones policiales, siendo 110 el máximo número de detenidos que ha habido en una oportunidad.
“Una vez vine un domingo y solo había doce personas, quienes estaban cómodamente instaladas en la carceleta, pues se les da todas las facilidades para que estén allí. Sin embargo, hay veces que la Policía realiza bastantes intervenciones y hay 80 personas, hasta 110 hemos llegado. Cuando esto ocurre trasladamos a los detenidos a José Leonardo Ortiz e incluso a la Unidad de Flagrancia, donde hay otra carceleta. Y cuando ya son personas con imputaciones de delitos graves se quedan en la misma Divincri, donde hay mayor seguridad”, menciona.
Al respecto, señala que en el distrito judicial de Lambayeque no se ha dado ningún caso de liberación irregular de algún imputado, aunque reconoce que el sistema judicial como tal siempre es pasible de cuestionamientos.
“Recibimos críticas a nivel nacional, cuestionamientos, pero muchas veces estos son genéricos. Se cuestiona el resultado de la decisión, pero no se hace con la resolución donde están las motivaciones del juez. Sería interesante que quienes critican, que están en su derecho de hacerlo, lo hagan siempre viendo los fundamentos de las resoluciones”, indica.
Explica que el catálogo de penas que consigna el Código Penal es gradual, motivo por el cual los jueces tienen cierta contemplación cuando son personas primarias. Sin embargo, en la medida en que estas cometan delitos graves o sean reincidentes, las sanciones son mayores.
“Es verdad que hay muchos detenidos en las cárceles por omisión a la asistencia familiar, pero se trata de personas que ya van dos, tres, cuatro veces. ¿Qué podemos hacer ante ello? El proceso penal debe ser lo último que se aplique, pero si ya se le aplicó una vez y no pagó, sigue un segundo proceso y tampoco paga, la condena tiene que irse agravando”, indica.
Patrimonio
De otro lado, señala que la Corte Superior de Justicia de Lambayeque solo tiene dos locales propios: la sede principal ‘Manuel Huangal Naveda’ y la de la calle Alfonso Ugarte. El resto son inmuebles alquilados, lo cual demanda una carga económica.
“Estamos procurando que en la esquina de Juan Cuglievan con Elías Aguirre se inicie el expediente técnico. Allí van a trabajar los juzgados de familia. En San José ya se terminaron todos los estudios previos. Calculo que el próximo año estaremos construyendo esos dos locales. Ahora estamos tocando puertas, hay ofrecimientos tanto en Lambayeque como en Cajamarca para ayudarnos en esta tarea, porque terrenos tenemos, pero presupuesto el Poder Judicial no tiene”, manifiesta.
Añade que construir un local público también implica superar muchas barreras, lo cual conlleva a que en promedio tarde cinco años la construcción de una nueva sede.
En cuanto al palacio judicial antiguo, que fue siniestrado en marzo del 2023, menciona que se están terminando los estudios previos para convocar, antes de fin de año, la realización del expediente técnico.
“Eso no lo va a costear el Poder Judicial, sino la aseguradora. En esta primera etapa ellos van a convocar y realizar el expediente técnico para que luego pase a revisión por la Gerencia de Infraestructura en Lima y su posterior ejecución”, enfatiza.
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La campaña de desinformación sobre la conducción de la Casa Comunal de la Juventud “Guillermo Baca Aguinaga” continúa, con el objetivo de tejer una serie de historias sobre un presunto mal manejo del patrimonio de la institución, que es de carácter privado. Recientemente, se difundió que la entidad debía más de un millón de soles por impuestos a la Municipalidad Provincial de Chiclayo, lo cual no se ajusta a la verdad.
Los orígenes de la creación de la Casa Comunal de la Juventud se remontan a 1967, año en que el Congreso de la República aprobó por insistencia el proyecto de ley presentado por el diputado por Lambayeque, Guillermo Baca Aguinaga, dándose así la Ley n.° 16736, del 30 de noviembre de ese año.
La norma señaló en su artículo segundo que se declare de necesidad y utilidad la dotación de un local propio para la casa, en tanto en el artículo tercero se autorizó al Consejo Provincial de Chiclayo para destinar a la casa el inmueble que había pertenecido al Ferrocarril y Muelle de Eten. Además, en el artículo siguiente se autorizó la “expropiación de los inmuebles que se encuentren ubicados en la mañana comprendida entre la avenida Salaverry, la calle Leonardo Ortiz, la calle Manuel María Ízaga y la calle Larco Herrera (hoy avenida Grau), para destinarlos a la edificación de la Casa de la Juventud de Chiclayo”.
El terreno señalado es en el que hoy se erige el Centro Cívico de Chiclayo (Sunat, Banco de la Nación, Poder Judicial, Ministerio Público y Biblioteca Municipal), área a la que se le fue asignado un nuevo uso tras el golpe militar de 1968 y la llegada a la alcaldía de la ciudad de Gerardo Pastor Boggiano. La ley de 1967 fue derogada y los fondos asignados, que estaban en una cuenta intangible, revertidos al erario nacional.
En 1985, Guillermo Baca Aguinaga, elegido alcalde de Chiclayo, planteó al concejo municipal retomar el proyecto de la casa, iniciativa que fue aprobada por unanimidad por los 20 concejales de la provincia. El acuerdo incluyó la restitución del área a nombre de la Casa Comunal de la Juventud, asignándole la manzana contigua al Centro Cívico, transferencia que se hizo a título gratuito. Nunca se aprobó una cesión en uso o un convenio a plazo determinado.
La inscripción en registros públicos del predio fue hecha directamente a nombre de la naciente institución, otorgándole el carácter privado que desde el principio ha mantenido la entidad.
Exoneración
Dada la naturaleza educativa y cultural de la entidad, siendo alcalde de provincia Arturo Castillo Chirinos, la casa comunal, bajo la presidencia de Guillermo Baca, logró, tras un año de gestiones, que la Dirección Regional de Educación – DRE Lambayeque, le extendiera la certificación correspondiente, con lo cual la comuna local emitió la resolución por la cual se exoneró a la entidad del pago del impuesto predial.
Dicha disposición ha sido respetada por las gestiones municipales siguientes, pues la casa comunal no ha perdido ni se ha apartado de los objetivos para los que fue creada.
Lo que sí está obligada a cumplir la institución es el pago de arbitrios municipales, concepto por el cual la comuna provincial recauda lo destinado a limpieza pública, parques y jardines y serenazgo. Por dicha obligación, la casa comunal no tiene deuda pendiente con la MPCh.
“Cada cierto tiempo se hacen liquidaciones desde el Servicio de Administración Tributaria de Chiclayo por el pago del predial y se reitera el expediente de exoneración. Si hubiera una deuda millonaria, como afirman algunos, el área de ejecución coactiva habría aplicado algún embargo sobre la casa y eso no ha sucedido”, explica Guillermo Pérez Sialer, presidente de la entidad.
“En julio del 2019 vi la final de la Copa América rodeado de presos en una de las cárceles más abandonadas del país. Yo mismo era un reo que esperaba ser juzgado. ¡Y pensar que hacía solo un año había estado en Rusia, viendo el Mundial de Fútbol en el palco del presidente de la FIFA!”.
Así comienza El caso Oviedo, el testimonio de un hombre que pasó de héroe a villano de la noche a la mañana, siendo acusado injustamente y encarcelado durante 500 días por una maquinaria judicial contra la que tuvo que luchar hasta demostrar su inocencia. La obra se basa en la historia del expresidente de la Federación Peruana de Fútbol y empresario Edwin Oviedo Picchotito.
El libro no solo denuncia una injusticia: cuenta también la vida de un cusqueño de origen humilde que, gracias al trabajo y los valores heredados de su familia, triunfó en Lima y en el norte del país liderando una de las mayores azucareras del Perú.
Al mismo tiempo, narra desde adentro un momento cumbre para el pueblo peruano: la clasificación del Perú al Mundial de Rusia 2018, un hito que unió al país entero y que él vivió desde la primera fila.
Contenido
En una reveladora narración, Edwin Oviedo rompe su silencio y cuenta toda su verdad; pasajes de su niñez, sus emprendimientos, su incursión en el mundo azucarero, el fútbol y las falsas acusaciones en su contra por parte del ex fiscal Juan Carrasco, quien lo sindicó injustamente reclutando falsos testigos.
El exfiscal Juan Carrasco Millones, de la Fiscalía Especializada contra la Criminalidad Organizada – Fecor Lambayeque, solicitó 26 años de prisión para Edwin Oviedo, al acusarlo de estar involucrado en los asesinatos de Manuel Rimarachín y Percy Farro. Sin embargo, el 22 de agosto de 2024, el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial Transitorio de Trujillo lo absolvió en primera instancia. Esta decisión fue ratificada por unanimidad por la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de La Libertad.
Además, Oviedo Picchotito hace una fuerte revelación que involucra a las dos fiscales que tuvieron a cargo el caso de los Cuellos Blancos del Puerto y al propio ex presidente de la república Martín Viscarra, dejando en claro que no accedió a los chantajes para incriminar a personas inocentes a cambio de su libertad.
Otro destape que ha impactado a la afición peruana, es la exorbitante suma de 300 mil dólares que habría exigido Juan Carlos Oblitas para no renunciar, condicionando así su permanencia cuando ya la selección estaba a un paso clasificar al mundial de Rusia, el expresidente de la federación asegura que aceptó a regañadientes ante la amenaza de una crisis institucional a puertas de cerrar el proceso rumbo a Rusia 2018.
El libro consta de 16 capítulos. En el primero, titulado “Tres ovejas muertas”, Edwin Oviedo recuerda su infancia en Urcos, marcada por la muerte de su padre y el carácter ejemplar de su madre. Relata una vida austera, una economía familiar basada en el comercio, y su experiencia pastando ovejas cuando era niño.
En “Las jefas”, se cuenta cómo la madre de Oviedo Picchotito y sus hermanas mayores lideran el despegue económico de la familia. Él crece viendo en ellas a mujeres trabajadoras y con visión emprendedora. Gracias a su esfuerzo, logran abrir una tienda de abarrotes en Cusco. El autor se muda a Lima para seguir sus estudios universitarios.
El tercer capítulo es “Un novato en la Parada”. La hermana de Edwin Oviedo alquila un local en La Parada y abre una tienda mayorista de abarrotes. Ahí, él se dedica de lleno al comercio en medio de un entorno caótico. Aprende a vender y a negociar. Es su primera gran escuela empresarial.
“Sueños de azúcar” cuenta que tras algunos negocios exitosos, empieza a soñar con ser industrial. Explora en el sector del azúcar y decide arriesgarse en la inversión. Se muda a Chiclayo y empieza a pensar con adquirir una azucarera privatizada.
“La compra interminable” es el capítulo referido a la adquisición de un porcentaje de acciones de la Azucarera Pomalca en medio de una crisis laboral. La operación se complica por retrasos, desconfianzas y propuestas desventajosas. La administración real se posterga y marca el inicio de un periodo de conflictos, con trabajadores descontentos y pugnas de poder.
“Rebelión en Pomalca” cuenta cómo los trabajadores de Pomalca se levantan contra la nueva administración, exigiendo derechos y transparencia. Lejos de reprimir, Oviedo opta por el diálogo, logra conciliar y muestra un liderazgo negociador que marcará su estilo empresarial.
“Grupos en pugna” aborda cómo el negocio del azúcar revela su lado más oscuro: mafias, intereses políticos y disputas internas. Oviedo describe cómo debió navegar entre amenazas, sabotajes y manipulaciones, mientras trataba de mantener a flote una empresa estratégica para el norte peruano.
“El Ciclón del Norte” es el capítulo que narra cuando Edwin Oviedo asume el reto de salvar al club chiclayano Juan Aurich del descenso. Bajo su gestión, reorganiza el equipo y recupera jugadores. Así, el Juan Aurich logra mantenerse en Primera División y gana el campeonato nacional en 2011.
“De repente, la FPF”: Un llamado inesperado pone a Edwin Oviedo al frente de la Federación Peruana de Fútbol. Aquí relata cómo profesionalizó la institución, contrató a Ricardo Gareca como entrenador de la selección, y sentó las bases del exitoso camino hacia el Mundial de Rusia 2018.
“El golpe de timón”: En medio de la crisis, Oviedo decide respaldar a Ricardo Gareca cuando todos pedían su salida. Su apuesta por la continuidad del técnico argentino será clave para la histórica clasificación al Mundial. Se relatan las hazañas en la Copa América 2016 y el litigio clave ante el TAS.
“Camino a Rusia”, el capítulo narra el tramo final de las Eliminatorias al Mundial de Rusia 2018. La selección logra buenos resultados en diversos encuentros y logra su clasificación. Tras una sanción a Paolo guerrero, se resalta la gestión de Oviedo ante la Corte Suprema Suiza para conseguir el indulto.
“De héroe a villano” cuenta cómo tras el mundial, la figura celebrada de Oviedo se convierte en blanco de denuncias mediáticas y políticas. En este relato, describe el momento en que se filtran audios que lo vinculan indirectamente en el caso de Los Cuellos Blancos.
“Extorsionado por malos fiscales” es uno de los capítulos más explosivos: Oviedo acusa a fiscales de intentar chantajearlo. Le pidieron ser colaborador eficaz y delatar a figuras políticas a cambio de beneficios. Expone con detalle los abusos del caso “Cuellos Blancos” y denuncia una red judicial más interesada en el poder que en la justicia.
“La Copa América en la cárcel de Picsi”. Encerrado en una celda, Oviedo recuerda cómo vivió la Copa América desde la prisión. Reflexiona sobre la vida entre barrotes en medio del COVID-19, el hacinamiento, motines y violencia, pero también momentos gratos como recibir la visita de Gareca.
“Los Wachiturros”. Oviedo narra con crudeza cómo fue acusado sin pruebas de ser el jefe de la banda criminal “Los Wachiturros” y autor mediato de dos asesinatos vinculados a la azucarera Tumán. A pesar del largo proceso judicial, finalmente fue absuelto por falta total de sustento probatorio.
“Lecciones aprendidas”. En el cierre del libro, el autor no pide lástima, pero sí memoria. Reflexiona sobre la fuerza moral que heredó de su familia, el valor del trabajo honesto y la importancia de no doblegarse ante la injusticia. Destaca que su mayor logro no fue ganar juicios, sino mantener su integridad ante la extorsión.
Presentación en la FIL
Más de 1500 ejemplares del libro El caso Oviedo: La verdadera Historia, se vendieron el día de su lanzamiento, siendo uno de los más vendidos de la vigésima novena edición de la Feria Internacional del Libro en Lima.
La presentación del libro se realizó el 1 de agosto, con la participación del exentrenador de la selección de fútbol Ricardo Gareca, el periodista Augusto Álvarez Rodrich y el excapitán de la escuadra nacional Teófilo Cubillas.
"Nos reconociste a todo el cuerpo técnico por lo que se obtuvo, por lo que se logró. Así que, la verdad, no solamente es un honor para mí, es una obligación para nosotros estar acá al lado tuyo. Te agradecemos enormemente este sitio que nos das. La verdad que es una alegría inmensa poder reencontrarme con la gente, poder compartir esta mesa. Así que muchísimas gracias por el semejante honor", fueron las palabras que Gareca dirigió a Edwin Oviedo.
Lo que nació con una pequeña parrilla en la que se prepararon anticuchos es hoy un importante conglomerado que constituye el Grupo 490, bajo el liderazgo de José Dongo Ávalo, “Pepe”, como se le conoce en Lambayeque. La historia empezó hace 30 años y hoy se muestra como un ejemplo de éxito, en el que no solo se ha garantizado calidad y excelencia en la gastronomía, sino también una gestión empresarial que ya es un referente.
“Llegar a estos 30 años representa una gran responsabilidad, pues este grupo de empresas intenta mantener el equilibrio nuestra tradición milenaria culinaria con la sostenibilidad empresarial. Este sueño del artista cocinero es importante, es necesario, pues no puede haber cocinero que no sea artista, pero debe ser rentable. La cocina debe darnos identidad y argumentos para mostrar al mundo lo que somos, y lograr lo que ya han hecho Virgilio Martínez y Mitsuharu Tsumura, cuyos restaurantes han sido considerados los mejores del mundo”, señala Dongo Ávalo.
El empresario tiene claro que el objetivo no es únicamente posicionar a la gastronomía regional y nacional, sino seguir un plan de desarrollo, un plan de marca, cumplir con las obligaciones laborales y fiscales, y servir de inspiración.
“Ya hemos dado un gran paso, ya tenemos la técnica en la cocina, ahora debemos trabajar muy duro para que haya rentabilidad. Cada vez que tengo la oportunidad de ser invitado a conversar con los estudiantes, sugiero que la formación no sea solo como cocineros, sino que además aprendan de gestión gastronómica, que va más allá de la cocina, porque ve competencia, relaciones laborales, soluciones de conflictos, proveedores, impuestos y todos los demás aspectos para lograr rentabilidad”, menciona.
Los inicios
Hace 30 años, Dongo Ávalo, administrador de profesión, trabajaba como representante de una reconocida marca internacional, pero fue inspirado por su esposa, Celeste Alcántara Bay, para emprender en lo que le apasionaba: la cocina.
“No puedo estar más orgulloso de cómo empecé. Mi sueño siempre fue dedicarme a la gastronomía y recuerdo que mi esposa me redactó la carta de renuncia al laboratorio y yo la llevaba en el maletín, hasta que un día me dijo: ‘Pepe, no la has presentado’. Yo andaba que le daba vueltas a mi renuncia, hasta que la presenté. Lo que hicimos fue sacar a la puerta de la casa una humilde y muy significativa parrillita de un metro por 70 centímetros para vender anticuchos. Invitamos a todos nuestros amigos, con el miedo natural del emprendedor”, cuenta.
Lo que vino después es historia. Compraron la casa de sus padres, otro local en la avenida Elvira García, luego los proyectos de Santa Victoria y demás. “Si bien empezamos como Marakos, ya no lo somos, somos el Grupo 490”, remarca.
Pepe Dongo señala que clave de su constancia es que ha hecho que sus pasatiempos se conviertan en negocios. “Mis pasamientos tienen que ser rentables, lo que quiere decir que trabajo mientras me divierto. Mi esposa y yo crecimos vinculados al campo, así que cumplimos el sueño de construir una casa de campo, que luego se convirtió en Casa Sipán y abrimos al público, donde nuestros valores son naturaleza, peruanidad y familia”, refiere.
Integración vertical
Consolidar el negocio implicó que se tomaran decisiones importantes y una de ellas fue apostar por la integración vertical empresarial, que es la estrategia por la cual una empresa expande su control sobre diferentes etapas de la cadena de producción o distribución. En este caso, el Grupo 490 decidió implementar su propia planta de procesamiento de insumos.
“Llegar a esa decisión fue una lección que la vida me dio a cocachos. Yo tuve la mejor socia del mundo, que fue mi esposa, pero ella falleció hace siete años. Ella administraba íntegramente todo en la empresa y era una excelente gestora. Cuando murió dejó un gran vació en la gestión y el reto era continuar, así que tocó cumplir el sueño de la planta procesadora e integre la cadena logística”, narra Dongo Ávalo.
De este modo, los restaurantes dejaron de realizar compras por separado, organizar el ingreso de proveedores, las porciones de carnes, pastas de ajíes, aderezos y otros insumos. “Hemos logrado estandarizar, reducir horas hombre y garantizar la calidad, sin tener problemas de stock. A rentabilidad nos cae muy bien, desde luego, pero aquí lo importante también es cómo con calidad, con un manejo inteligente y planificación podemos hacer una empresa sostenible”, precisa.
El grupo apuesta también por la innovación e incorporación de tecnología para la industria gastronómica. De este modo ha adquirido hornos inteligentes, rotores para la cocción de carnes y otras maquinarias que son únicas en Lambayeque.
Aceptación y proyecciones
José Dongo destaca que más del 50 % de los consumidores que llegan a sus restaurantes, sobre todo a Casa Sipán, son visitantes de otras regiones, quienes se interesan no solo por la calidad de su cocina, sino también por la atención y los espectáculos que se ofrecen con el caballo de paso peruano.
“Llegan a Chiclayo y todos sabemos que aquí en cualquier lado se come rico, pero con nosotros viven otra experiencia, no solo de buen comer, sino de buena atención y distracción en familia. En Fiestas Patrias, con el perdón de Dios y mucha pena, tuvimos que cerrar nuestras puertas al mediodía. Nuestra capacidad de aforo es de 600 personas y no podíamos atender a más familias que seguían llegando. Por negocio cualquiera optaría por ampliar la cocina y recibir a más gente, pero creo que eso pondría en juego la calidad de atención y no es lo que queremos. Ha llegado el momento de mirar hacia otras inversiones”, reflexiona.
Esa mirada anima a Dongo Ávalo a emprender un nuevo proyecto, que es la incursión en el rubro hotelero.
“Nos gustaría ofrecer una experiencia mucho más completa a quienes nos visitan, con fogatas nocturnas y espectáculos. Ya tenemos una parte avanzada, que son 1200 metros cuadrados construidos en tres niveles, así que es momento de terminar ese proyecto y ponerlo a funcionar. Tenemos casi siete hectáreas, así que hay espacio suficiente para implementarlo”, asevera.
Otro proyecto es la construcción de un nuevo restaurante en la intersección de las avenidas Grau y Unión, en el distrito de La Victoria.
El Grupo 490 tiene 107 trabajadores, a los que se capacita de manera permanente. De hecho, ha concretado la contratación de dos chefs reconocidos que llegarán a Chiclayo exclusivamente para la capacitación del personal.
La experiencia ha resultado inspiradora al punto que un excolaborador del grupo ha implementado su propio restaurante en Chepén, en tanto otro ha abierto uno en Sipán.
“La elección del papa León XIV es una gran oportunidad para todos los que invertimos en el rubro gastronómico y turístico. Sin embargo, debemos prepararnos. El turista religioso no es cualquier visitante, es muy culto y, por lo tanto, necesita servicios de calidad y una ciudad de calidad. Si no trabajamos con ese objetivo, poco sabremos aprovechar la bendición de tener a nuestro obispo emérito como líder de la Iglesia Católica. Él ya nos puso ante los ojos del mundo, ahora toca organizarnos y trabajar bien”, precisa.