El Instituto Oftalmológico La Luz, fundado por el doctor Fermín Silva Coyatopa, inició una campaña gratuita de despistaje de catarata a comienzos de enero, con la que busca realizar una evaluación ocular a las personas mayores de 60 años para la aplicación de cirugía refractiva.
La doctora Montserrat Cortez Benejam, especializada en superficie ocular, córnea y cirugía refractiva, explica en qué consisten las cirugías de la campaña, quiénes son los pacientes candidatos a esta y sus riesgos. Asimismo, comenta sobre los diferentes cuidados de prevención que debemos aplicar durante el período de verano.
La cirugía refractiva es un conjunto de procedimientos quirúrgicos con los que se eliminan los defectos refractivos de la miopía, hipermetropía y astigmatismo o incluso los tres juntos. La médica cirujana comenta sobre el equipo altamente sofisticado que posee la clínica.
“Nosotros utilizamos el láser excimer de última generación llamado el Schwind Amaris, de tecnología alemana. Se usa en todo lo que es la vanguardia de cirugía oftalmológica y nosotros contamos de este equipo en la sede de Chiclayo al igual que en Lima”, comenta agregando que la cirugía se realiza en un corto período, con mucha seguridad, consumiendo poco tejido cornial y proporcionando una recuperación visual bastante rápida.
Las personas que desean operarse a través de este tratamiento láser deben cumplir con los siguientes requisitos: ser mayores de 18 años, presentar algún caso de miopía, hipermetropía, astigmatismo o la combinación de los tres y tener una medida estable. “Nosotros hablamos de estabilidad refractiva cuando en un año la medida no ha cambiado más de 0.50”, explica la especialista.
En contraste, las personas que no están recomendadas a la aplicación de la cirugía son las mujeres embarazadas o en estado de lactación. Igualmente, los pacientes que sufren de diabetes. “No se puede realizar la cirugía en pacientes diabéticos ya que al estar alta la glucosa, miopiza al ojo y cuando está baja, la hipermetropiza”, manifiesta, agregando que los pacientes que tienen enfermedades corneales, por ejemplo, queratocono o infecciones por herpes, tampoco son aptos para la cirugía.
EL PROCESO
Para determinar qué pacientes son competentes o no para el proceso de operación se realiza un examen preoperatorio. “Para saber a quién puede operarse y a quién no, se le hace un chequeo oftalmológico en el cual se aplica una topografía corneal (estudio de la superficie de la córnea), y una paquimetría ultrasónica, estudio del grosor de la córnea. Si esos dos exámenes, más el chequeo oftalmológico, están bien, el paciente es candidato en operarse con toda tranquilidad”, detalla la doctora.
Las posibles reacciones postoperatorias no son significativas. “Después de la cirugía generalmente no parchamos el ojo ya que se trata con gotas. El paciente sale con unos protectores plásticos transparentes, viendo a través de estos un resultado favorable, pero, con una visión aún un poco borrosa, efecto que termina al día siguiente. Proporcionamos unas gotitas antibióticas desinflamantes y unas lágrimas naturales, que tienen que echarse durante una semana”, comenta.
No obstante, en algunas ocasiones los efectos pueden ser diferentes dependiendo del paciente. “La cicatrización de la córnea del paciente depende mucho del éxito de la operación. Hay personas que tienden a hacer mucho más cicatrización en el tejido corneal, entonces muchas veces queda un poco de medida. Al quedarse esa medida, nosotros le hacemos retoques al paciente sin ningún costo”, menciona.
CATARATAS
Dentro de la campaña de despistaje se encuentra también el tratamiento de cataratas. La doctora define que la catarata se produce por el oscurecimiento del lente llamado cristalino, que se da debido al avance de la edad. Agrega que la persona va progresivamente disminuyendo su visión y en ocasiones, a la larga, se produce una ceguera que es reversible.
“Lo que hacemos nosotros es quitar ese lente opaco y poner uno nuevo totalmente transparente con todo el poder de la montura. Por ejemplo, si el paciente usaba lentes para ver de lejos ya necesitaría de estos porque el lente intraocular lleva la medida del lente de montura”, refiere.
El tratamiento empleado, expuesto por la especialista se basa nuevamente en la aplicación de gotas denominado facomulsificación. “Se hace una incisión pequeña, se absorbe el lente natural oscuro y en su reemplazo se coloca un lente plegable que se abre por adentro. Hay pacientes que se les puede poner lentes multifocales mientras que a otros solamente monofocales”, expone.
Al tratarse de pacientes mayores de 60 años los riesgos quirúrgicos son evaluados minuciosamente. “Se realizan evaluaciones cardiovasculares, un registro de los medicamentos que toma el paciente y demás, siempre velando el estado general de la persona”, menciona.
Quienes pueden beneficiarse de la campaña para el tratamiento de catarata son aquellas personas mayores de 60 años, que presenten el caso de una pérdida visual progresiva y la ausencia de una operación de catarata previa, indica la especialista. Agrega que para la cirugía refractiva se realiza un estudio de tomografía y paquimetría para ver si son candidatos para operarse.
La clínica se encuentra equipada con las más sofisticadas y completas herramientas que generan la diferencia entre los demás servicios brindados por otras entidades, además de un personal aptamente capacitado. “Cuando tienes tecnología, generalmente los riesgos bajan, la calidad de las cirugías es mejor, el diagnóstico es mucho más certero. En sí, la tecnología ayuda, al igual que el personal capacitado con el que brindamos”, señala.
PREVENCIÓN EN VERANO
Es recomendable tener en cuenta ciertas acciones preventivas ante las enfermedades producidas por la temperada, como la aparición de carnosidades en la superficie del ojo, problemas maculares, conjuntivitis y cataratas.
“Es recomendable utilizar lentes oscuros, así haya poca radiación solar, de una protección mayor de 400 UV al igual que la utilización de sombreros. Al momento de ingresar a la piscina se recomienda ponerse las respectivas gafas. En el caso del mar, que tiene mucho más sal que la lágrima y es otro factor irritativo para el ojo, se debe evitar la constante frotación del ojo”, menciona.
Asimismo, menciona la importancia de la higiene personal. “Si uno empieza a hacer un poco de legaña no debe limpiarse con un pañuelo, sino con paños de papel, utilizando uno para cada ojo, porque a veces la conjuntivitis empieza en un ojo y uno mismo se la pasa al otro”, concluye.
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