En tiempos donde la confianza ciudadana hacia las instituciones se encuentra debilitada, cumplir con la palabra empeñada se ha convertido en un valor político escaso, pero imprescindible. Una autoridad regional elegida para un periodo gubernamental no solo asume un cargo: asume un compromiso moral con el pueblo que la eligió. Por eso, cuando una autoridad decide renunciar antes de concluir su mandato para buscar otro cargo, no está ejerciendo un derecho político, sino faltando a un deber ético con sus electores.
Lo escribo en circunstancias que nuestro gobernador Jorge Pérez Flores, debe haber decidido su posición política, quedarse en Lambayeque para concluir su elección por la que fue elegido o renunciar para postular a la presidencia de la República o al Senado.
El voto ciudadano no es una simple formalidad democrática. Es un pacto de confianza. Cada ciudadano deposita en las urnas una esperanza de cambio, una expectativa de gestión y resultados concretos. Romper ese vínculo a mitad de camino, para embarcarse en una nueva aventura política, envía un mensaje de oportunismo y ambición personal por encima del interés público.
El Gobernador Pérez Flores ha desarrollo un sinnúmero de proyectos y actividades que ameritan el monitoreo directo de su investidura, sobre todo las obras por canje de impuestos que si resultan ejemplo en Lambayeque será nuestra fortaleza y oportunidad de desarrollo para los próximos años.
Se necesita gastar de manera oportuna, con honestidad y transparencia el presupuesto de inversión pública, al cierre de esta edición tiene un avance del 53.6 % a casi 90 días para terminar el año 2025. El Presupuesto anual de 789 millones 14 mil157 al 7 de octubre registra un gasto ejecutado de 422 millones 954 mil 862, queda mucho pan por rebanar. Gobernador Pérez Flores, No puede renunciar, no puede irse y dejar a Lambayeque sin garantía de ejecutar las obras que necesitamos, no olvide que somos La Cuna del Papa León, nuestra Santidad le pidió cumplir con Lambayeque, porque el mundo nos mira
Entonces doctor Pérez Flores, quien ha sido elegido gobernador, recibe un mandato temporal que está obligado a honrar de principio a fin. Los grandes líderes no son aquellos que saltan de cargo en cargo buscando poder, sino quienes construyen legados sólidos y transparentes desde la responsabilidad asumida. Cumplir el periodo no solo es una cuestión legal, es una demostración de respeto hacia la voluntad popular y estoy segura usted respeta a Lambayeque.
Renunciar para postular a otro puesto se traduce en inestabilidad institucional. Genera vacíos de gestión, frena proyectos, y debilita la continuidad de políticas públicas que requieren madurez y constancia. La región termina pagando los costos de la improvisación, mientras los problemas estructurales —infraestructura, salud, educación, agua y saneamiento— quedan nuevamente relegados a un segundo plano.
Desde este medio lo exhorto señor Gobernador Jorge Pérez a quedarse a cumplir con su palabra empeñada en mejorar Lambayeque.
La política no puede seguir siendo vista como una escalera personal. El verdadero liderazgo se mide por la capacidad de concluir lo que se empieza, por la disciplina de administrar recursos con visión de largo plazo, y por el respeto a la palabra dada. Cuando una autoridad abandona el barco antes de llegar al puerto, traiciona no solo a sus votantes, sino a la esencia misma de la democracia representativa.
Gobernador Jorge Pérez, cumplir el mandato también fortalece la gobernabilidad regional. Permite consolidar equipos, cerrar brechas, y dar continuidad a proyectos estratégicos que necesitan más de cuatro años para madurar. Cada gestión inconclusa es una oportunidad perdida para el desarrollo, y cada renuncia anticipada deja la sensación de que los intereses personales pesan más que los de la colectividad.
Hoy, más que nunca, las regiones del país necesitan autoridades comprometidas, coherentes y persistentes. Gobernar no es improvisar ni huir a mitad del camino; es asumir con valentía el peso de las decisiones, incluso cuando las circunstancias sean adversas.
Doctor Jorge Pérez cumplir el mandato no debería ser una excepción, sino una norma moral, estoy segura que así lo entiende. Al final, la mejor campaña política no se hace en los mítines, sino en la gestión cumplida y transparente. Y la mejor reelección es el reconocimiento ciudadano a quien, sin buscar otro cargo, deja huella de trabajo y servicio. Este tiempo en el que ha recorrido Lambayeque y sabe de las múltiples necesidades que tienen sus habitantes, no me cabe duda que sabe cómo solucionarlo, usted pasará a la historia por la visión en su labor pública y porque no renunciará, no escuchará a esas voces que le susurran que puede llegar al sillón de Pizarro, termine está gestión y de el salto que lo lleve a un cargo más alto como el estadista que el país y sobre todo los provincianos necesitamos, pero todo a su tiempo.