La ciudad de Lambayeque es un importante centro cultural de la región. Presenta museos, restaurantes de comida típica, casonas y otras características que la convierten en un gran atractivo turístico del Perú. Esas cualidades son resaltadas en la plataforma digital ‘Visita Lambayeque’, que tiene gran acogida en redes sociales y donde se promocionan diferentes actividades.
Óscar Gamarra Domínguez, representante comercial de la plataforma, explica que Visita Lambayeque es un proyecto de la empresa turística ‘De viaje por Perú’, cuya misión principal es llevar destinos poco conocidos al mundo del Internet para incrementar su demanda turística.
“Visita Lambayeque nace de una necesidad tanto del turista potencial que busca conocer un destino como de las empresas privadas que buscan mostrar y brindar sus servicios a los visitantes. Nos dimos cuenta que ninguna de estas necesidades estaba cubierta, porque Lambayeque no presentaba un portal de información turística donde se brinde toda la información necesaria sobre la ciudad”, explica Gamarra Domínguez.
VISITA LAMBAYEQUE
Menciona que el proyecto nació en diciembre del 2018. “Elegimos Lambayeque por su gran potencial turístico, por eso nuestro objetivo en los primeros años ha sido posicionar a la página y al destino porque generalmente cuando se menciona a Lambayeque las personas automáticamente piensan en Chiclayo. Muchos ni saben que existe una ciudad con ese nombre y que ahí encuentras museos, restaurantes de comida típica y que no tiene problemas de seguridad ni de tráfico”, menciona Óscar Gamarra.
Ahora ‘Visita Lambayeque’ cuenta con una página web y presencia en las redes sociales Facebook e Instagram. Ambas con gran cantidad de seguidores debido a las constantes publicaciones realizadas. “Las redes sociales son dinámicas, no es algo que puedes dejar sin información, por eso siempre publicamos fotos de la ciudad, platos típicos y realizamos concursos para interactuar con nuestro público”, afirma.
Para esto la empresa cuenta con un diseñador web, un diseñador gráfico, dos ‘community manager’ y un representante comercial.
Gamarra Domínguez menciona que uno de los aliados que tuvieron desde un inicio fue la Sociedad Gastronómica de Lambayeque. “Nosotros nos unimos a la sociedad porque como empresa dimos el soporte para que se pueda realizar el Día de la Gastronomía Lambayecana que es el 15 de junio. Actualmente, nos encontramos en búsqueda de más aliados, debido a que, como en todo proyecto, es necesario el financiamiento”, resalta.
Respecto al tema económico comenta que ‘Visita Lambayeque’ es rentable, debido a que es un espacio donde las empresas de hotelería, turismo o restaurantes pueden publicitarse y para eso pagan una suscripción.
POCO APOYO ESTATAL
“Hemos tratado de mantener esta iniciativa de manera privada porque eso nos ayuda a no politizar el tema y a manejarlo de manera técnica con profesionales del sector tanto de turismo como de comunicaciones. Así, solo estamos vinculados a empresas privadas y mantenemos objetividad e independencia”, enfatiza.
En ese sentido, recalca que no existen empresas que publiciten netamente destinos regionales, pues Prom Perú lo hace a nivel nacional. “Buscamos aliarnos con entidades estatales, pero no recibir algún pago por parte de ellos, debido a que sus proyectos generalmente se manejan en términos políticos y tienen un período de vida bastante corto. Además, en las referencias que tuvimos de nuestro rubro a nivel nacional notamos que tienen una visión muy reducida del mercado turístico”, indica.
Sobre eso, Óscar Gamarra explica que el turismo aporta de manera directa a la economía. Sin embargo, a nivel estatal no existen acciones ni recursos directos que se destinen y generen impacto a esta actividad. Como consecuencia, señala que hay sitios arqueológicos en mal estado, turistas que sufren accidentes, empresas turísticas informales y demás problemas que le compete atender al Estado, pero que este no lo hace.
“El turismo se está desarrollando más por iniciativas privadas que del Estado. Debería dársele la importancia debida en la agenda política, pues es una de las pocas actividades que no solo beneficia al que trabaja en ese sector, sino a toda una cadena de servicios conexos”, resalta.
De la misma forma, indica que es una actividad que si está bien planificada es sostenible y, además, eco amigable y refuerza la identidad cultural del habitante con su tierra. “Por donde veamos el turismo es una actividad que genera grandes beneficios”, apunta.
Diego Portilla Miranda es especialista en Lengua y literatura y realizó la investigación: “El cholo en la narrativa sobre Eten”, en la que estudió un conjunto de textos literarios folclóricos que tienen como eje a ese personaje y a partir de ahí plantea una tradición de narrativa lambayecana.
El especialista comenta que los textos que investigó son cuatro y todos tienen como personaje al cholo de Eten, refiriéndose a este como un indígena de la costa norte. Sin embargo, la forma en cómo lo presentan es muy diferente conforme va avanzando el tiempo.
“El cholo no aparece igual en todos los textos y por eso se habla de una tradición, que como tradición es dinámica, se transforma", indica.
Establece que el cholo como personaje tiene un conjunto de características que no son las mismas en los cuatro textos. "En un principio este cholo es presentado con una postura folclórica; es decir, como algo que está en el pasado y debemos recuperar. Luego esa visión va cambiando hasta reivindicarlo”, explica.
Asimismo, menciona que otra de las características compartidas es que todos los autores de los relatos eran de clase media alta con una amplia formación académica. Así, desde su posición de superioridad, entienden al cholo como un “otro” muy lejano a ellos y cuyas acciones diarias son humorísticas.
TEXTOS ANALIZADOS
El primero de los textos que analizó es ‘A golpe de arpa’, de Augusto León Barandiarán y Rómulo Paredes, publicado en 1935, que consta de 200 relatos folclóricos de los cuales se centra solo en uno titulado ‘Villa de Eten’.
“En este relato, el cholo vive en el pasado, su vida es poco lógica, no racional, es antihigiénico, incluso hay una mirada racista”, señala.
La misma visión se comparte en ‘Aspectos criollos’, de José Mejía Baca, publicado en 1937. Este es el segundo texto que estudió, en el cual – explica - se presenta al cholo como un ser delictivo, que vive en el mundo de lo instintivo y, si bien su punto de vista no es de burla, tiene una mirada crítica hacia él.
Este texto, según indica, a pesar de tener una mirada despectiva, es de gran importancia, ya que es el primero donde el autor toma una posición: define al cholo como un indígena costeño y sostiene que debe haber una literatura, específicamente la novela, encargada de recuperar esa identidad.
Esa novela llegaría después de cinco años, en 1942, bajo el título de ‘El daño’, escrita por Camilo Calderón. “Este texto presenta una mirada folclórica donde se ve al cholo como una identidad que se está perdiendo y hay que recuperarla, pero a la vez es contradictorio porque se le quiere mantener alejada. Una vez más el narrador se refiere a un ‘otro’”, explica.
“Tendrían que pasar 13 años para que recién se hable del cholo como parte de nosotros”, afirma el especialista. Al decirlo se refiere al cuarto texto de su investigación que es ‘Puerto Cholo’, de Mario Puga Imaña, publicado en 1955.
“En esta novela la visión del cholo es muy distinta. A diferencia de las tres anteriores donde el escritor se posicionaba sobre el personaje, en Puerto Cholo se habla de un ‘nosotros’, incluso como herederos de la cultura indigenista. Se le establece como un sujeto que sale de su comunidad, conoce el mundo moderno, y regresa de nuevo para transformar su lugar de origen”, menciona.
El especialista expuso esta investigación en la conferencia “Lambayeque en la literatura: el ‘cholo’ en la narrativa sobre Eten” realizada en el Salón Consistorial del Palacio Municipal de Chiclayo el martes 28 de enero.
FALTA DE ESPACIOS
Acerca de la exploración que hizo para su estudio cuenta que la realizó en Lima, teniendo como fuentes a la biblioteca de la Pontificia Universidad Católica del Perú, el Instituto Riva Agüero y la biblioteca central de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
“En Lambayeque no hay espacios para realizar investigación literaria. No tenemos ninguna institución que guarde material histórico de la región. No existen archivos y no tienes dónde revisar. Por eso es que mis únicas fuentes provienen de la capital”, enfatiza.
Una de las instituciones encargadas, que señala el especialista, es la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, pero asegura esta tiene más intereses políticos que de investigación.
"En Lambayeque existe producción, pero no investigación ni difusión. Por ejemplo, se publican gran cantidad de poemarios, pero si no hay lectores que publiquen reseñas, críticas o realicen tesis sobre eso, con el tiempo el texto pasa al olvido. Por eso es necesario que las universidades promuevan la investigación de literatura lambayecana", recalca.
Por eso es que, además de realizar investigaciones literarias, tiene una página en Facebook llamada ‘Archivos Históricos de Lambayeque’ donde publica fotografías de los documentos relacionados con la historia cultural de Lambayeque y también es fundador del proyecto editorial ‘Pobre Cartonera’, que busca difundir la producción de autores lambayecanos.
