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¿Hipotecando nuestro futuro?

Escribe: Renzo Vidal Caycho (*)
Edición N° 1420

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Hace unas semanas acaban de promulgar la Ley 32445 que sustenta el octavo retiro de fondos previsionales. Este contempla un retiro de hasta S/21 400 o de 4 UIT (S/5 350 por UIT en 2025). Posiblemente se realice en 4 armadas a partir de noviembre y puede durar hasta febrero del 2026.

Sin embargo, es necesario realizar un breve análisis retrospectivo de la evolución de los retiros de los fondos previsionales y compararlo con los ingresos futuros de los ciudadanos peruanos a fin de contar con un poco más de información para una mejor toma de decisiones.

Primeramente, revisemos algunas cifras del afiliado. Según los datos de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), hasta el 2024 se observa que el número total de afiliados activos alcanzan los 9 795 109, siendo 29 % del total de población peruana, donde el 60 % son hombres y el 40 % mujeres.

Retiros y cifras

Desde el 2020 al 2024 el monto total retirado por los afiliados activos asciende a S/91 100 con un total de 7 retiros, que bordean entre S/2000 hasta los S/20 600. No es poca cosa dicho monto porque si lo traemos al Producto Bruto Interno (PBI) del 2024, principal indicador de medición de la economía, suma S/583 766 millones aproximadamente, representando alrededor del 16 %.

En detalle, cerca de 7 millones de afiliados (72 % del total) realizan al menos un retiro de sus fondos. De estos, el 25 % vienen retirando menos de S/2000; 19 % retiran entre S/2000 a S/5000; y 14 % entre S/5000 a S/10 000. Entonces, casi el 58 % de personas vienen retirando aproximadamente entre S/2000 a S/10 000. Cabe señalar que la edad promedio con mayor retiro de fondos es el grupo etario de entre 26 a 40 años (45 % del total de afiliados).

Cuando tomamos la decisión de realizar una inversión o gestionar un pago, sea de consumo o de deuda, normalmente nos enfrentamos a lo que los economistas llamamos “costo de oportunidad”. Este es el beneficio que podemos obtener de una decisión por renunciar a otra, por lo que aquel factor que siempre visualizamos como precio de dicha decisión es la tasa de interés. Es decir, si realizo una inversión, tomando una mejor opción por otra, siempre veo su rentabilidad.

Muchas personas retiran su dinero posiblemente pensando que la mejor decisión es colocarla en un banco tras carecer de un proyecto de inversión. Según la SBS, al tercer trimestre del 2025 las tasas de interés pasivas de los 4 principales bancos (BBVA, Crédito, Scotiabank e Interbank) muestran tasas promedio anuales de depósitos de ahorro de alrededor del 0.45 %; depósitos por más de 360 días cerca del 3.8 %; mientras que depósitos a plazo con un 3.9 %. Si tomamos todos los bancos y todos los tipos de depósitos, el promedio es de 3.5 %, siendo el máximo 5.8 % y mínimo 0.01 %.

En cambio, las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), como Habitat, Integra, Prima y Profuturo muestran una rentabilidad promedio anualizada de los aportes obligatorios para el fondo de pensiones tipo 1 de 5.8 %; tipo 2 de 6.6 %; y tipo 3 de 6.2 %, respectivamente. La única diferencia es que en uno las personas lo disponen en cualquier momento, mientras que el otro hasta que se jubilen. Menuda situación.

Pesada factura

Según los datos de la Encuesta Permanente de Empleo Nacional (EPEN) del Instituto Nacional de Estadística (INEI), a junio del 2025 el ingreso promedio de un peruano es de S/1806, con un máximo de S/2350 y mínimo de S/1292, por lo que posiblemente la decisión de retirar sus fondos es justamente por el ingreso mensual tan bajo que perciben.

Documentos como el de Gonzales (2023); SBS (2023); BCRP (2024); Miranda et al. (2024), muestran ciertos argumentos que debemos tomar en cuenta para nuestras decisiones. En el corto plazo, el retiro de fondos ayuda a suavizar el consumo de los hogares; sin embargo, en el largo plazo existe un mayor riesgo de pobreza a los futuros jubilados. Demuestran también que muchos de los fondos retirados permanecen en cuentas de ahorro donde pierden valor dado que las tasas de interés son, en su mayoría, mayores a la inflación anual.

Analizan también efectos perjudiciales en el mercado local de capitales y cambiarias, donde avizoran un menor posicionamiento de las AFP en el mercado de bonos soberanos; así como también un mayor incremento de las tasas ofrecidas en los bonos soberanos que se trasladan a las tasas hipotecarias. También, como consecuencia, existe un menor apetito de las AFP por acciones peruanas, por lo que actualmente es muy complicado construir una cartera de pensiones de las AFP lo que afecta a la población cercana a la vejez (50 años en adelante), abriendo la posibilidad de que el Ministerio de Economía y Finanzas asuma este desequilibrio, lo que generaría una mayor prima de riesgo afectando la calificación de riesgos.

Entonces, amigo lector ¿realmente necesitamos retirar nuestros fondos para nuestra vejez sin tener una mejor opción? Piénselo.

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(*) Economista, director de la Escuela de Economía de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo – USAT.

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