Don Jorge ya estaría en el partidor y todavía faltan dos años para las elecciones generales del 2026. A estas alturas nadie dudaría de su intención de presentarse como postulante a la presidencia de la república y para ello habría puesto en marcha toda la maquinaria de su entorno más cercano y, desde luego, aprovecharía su exposición como gobernador.

No se sabe con exactitud quién o quiénes han convencido a Jorge Pérez Flores de tal proyecto. Quizá la indicación haya nacido desde lo más alto de Somos Perú, partido al que pertenece.

Y mientras el gobernador apunta a Palacio de Gobierno, Lambayeque sigue a la espera de que empiece a cumplir sus promesas.

Lo sucedido en los últimos días con la contratación de la exvoleibolista Leyla Chihuan, la cerrada defensa que hizo de ella y la rectificación que el miércoles por la tarde llegó desde la Oficina de Imagen del gobierno regional evidencian que el barco está a la deriva. ¿Si Pérez y su equipo de funcionarios no se ponen de acuerdo para justificar la emisión de una orden de servicios por “trabajo de asistencia social” a un costo de S/ 30 mil, a todas luces cuestionable, qué se puede esperar respecto a resultados concretos de la gestión?

Desde el aparato regional se lanzan fuegos artificiales por la compra y entrega de maquinaria a los municipios de Lambayeque, maquinaria que no tiene dotación de combustible asegurada y mucho menos operarios garantizados. Se muestra el reparto de los recursos a diestra y siniestra como un gran logro, no siendo esa precisamente la tarea encomendada a un gobierno regional.

Claro, cada entrega ha servido para la comparsa; para que el gobernador, copiando el estilo de Alberto Fujimori, suba a las máquinas y se muestre como el gran hacedor del reparto. Flashes, portátiles, bandas, cohetones, aplausos… espectáculo. ¡Campaña al final de cuentas!

Nada concreto hay sobre gestiones de avance para el Terminal Portuario Regional, tampoco para el nuevo Parque Industrial, menos de los hospitales de Ferreñafe y Motupe; de la torre oncológica para el Hospital Regional, del nuevo hospital Las Mercedes, del Colegio de Alto Rendimiento, de carreteras, de proyectos de impacto y desarrollo, de inversiones razonables para un gobierno regional con 800 millones de soles para obras al año.

En la gestión de Pérez Flores abunda la improvisación: tres gerentes generales en los primeros cuatro meses de gobierno; seis gerentes de Salud en 13 meses, tres de los cuales han cambiado en los dos primeros meses de este año; cambios y rotaciones, ceses y reacomodos, como el ocurrido con el director de Circulación Terrestre de la Gerencia Regional de Transportes, que fue despedido en febrero y devuelto al cargo esta semana.

El año pasado se dejaron de gastar 250 millones de soles para obras, no hubo capacidad de gasto. Para lo que sí hubo capacidad fue para viajar, comer y disfrutar. Pérez Flores, lo hemos informado en Expresión, viajó 29 veces en 10 meses de gobierno, sobre todo a Lima, donde algún asunto importante debe tener por atender. En viáticos recibió más de 29 mil soles, incluyendo los cientos de soles que le asignaron por dicho concepto del 28 al 31 de julio pese a ser feriado por Fiestas Patrias. ¿Qué gestión fue a hacer en el feriado el gobernador?

Lo gastado por viáticos entre enero y octubre del 2023 fueron más de 112 mil soles; otros 113 mil se gastaron en pasajes aéreos, pero lo más sorprendente fue el gasto de desayunos, almuerzos y refrigerios. Con total frivolidad, el Gobierno Regional de Lambayeque pagó 185 mil soles por dichos conceptos. A un proveedor, cuyo único cliente estatal es la gestión de Jorge Pérez le pagaron 33 mil por un coffee break en un solo día. ¡Nadie ganó tanto por repartir café!

Todo eso pasa en las narices del Consejo Regional de Lambayeque, donde algunos escuderos han saltado a la palestra para defender al gobernador en aras de la “gobernabilidad”. Quizá el discurso florido, grandilocuente, de “estadista” los ha cautivado, pese a saber, para sus adentros, que las cosas no marchan bien en la gestión.

La nulidad de la orden de servicios a Leyla Chihuan es un triunfo de la fiscalización de los medios de comunicación. Modestia aparte remarco que fue Expresión el primer medio en hacer público el hecho, como sucedió también con la omisión en la declaración de intereses del gerente general del gobierno regional, en evidenciar los gastos en viáticos, comidas y vuelos aéreos, en denunciar presuntas irregularidades en la compra de patrulleros o en exponer el caso de las facturas falsas, por las cuales Pérez Flores ya está denunciado.

La prensa seguirá haciendo su trabajo. Ojalá quien se ponga a trabajar sea el gobernador. Ojalá se olvide un poco del espectáculo.